El jefe de Gabinete del ministerio de Trabajo nacional, Roberto Sukerman, comenzó su campaña electoral como pre candidato a intendente de Rosario. En 2019, quedó a tan sólo un punto y medio de Pablo Javkin y busca la "revancha", para "volver a sentirnos orgullosos de ser rosarinos".
"Lo primero que me moviliza es ver cómo está la ciudad y cómo posturas, proyectos y ordenanzas que uno impulsó durante muchos años, más de 10, no se llevaron adelante. Lo mismo de otras iniciativas de otros sectores políticos", comentó.
"Uno ve una ciudad que le duele, genera mucha angustia. El desafío mayor es ese. Por supuesto que haber perdido la intendencia por un punto y medio en 2019, nos hace pensar que podamos tener el acompañamiento necesario. Si uno es un dirigente político, creció en Rosario y se formó, tiene que pelear para revertir la situación de la ciudad", remarcó.
"Para mí el mejor intendente que tuvo la ciudad fue Héctor Cavallero, que entendió que para tener una ciudad más justa había que invertir y prestar atención a lo que pasaba en cada barrio".
"Binner continuó reforzando un sistema de salud en los barrios, pero decía que Rosario no tenía que ser industrial, sólo de servicios, y vimos cómo las empresas se fueron de Rosario".
"Se perdieron grandes contribuyentes, recursos, mano de obra, trabajo de calidad, y se dejó de invertir en los barrios después. Eso generó una gran desigualdad. Nunca quise caer en esto del centro y los barrios, hay distintos barrios en cada zona donde hay gente que vive muy bien y otra que vive muy mal. Eso también genera violencia", explicó.
Para el entrevistado, la situación se revierte, primero, frenando el drenaje de las empresas que se siguen yendo de Rosario, que no tiene Parque Industrial.
"Eso genera mayores problemas para la ciudad, tenemos que hacer una política industrial, que no significa poner una chimenea al lado de la bolsa de Comercio".
En segundo lugar, "tenemos que hablar menos y hacer más. Hoy el mayor problema de Rosario es la seguridad, el intendente y la municipalidad tienen que revertir la situación con inversión y personal capacitado, no es todo policía y armas. Hay muchas herramientas, pero Rosario nunca lo quiso hacer. No tiene secretaría de seguridad, nunca invirtió, no se implementaron sistemas de monitoreo", apuntó contra la gestión actual.
"Si van a hacer cosas en favor de la ciudad y la ciudadanía acompaña, no hay Concejo que pueda poner obstáculos. Hoy la ciudad no tiene inspectores de tránsito, ni tampoco cámaras, ni tecnologías. Roban medidores, lápicas, picaportes, hay orgías públicas... No hay ningún control".
En relación a la inseguridad, Sukerman fue claro y destacó que "no tiene que ir el intendente solo a combatir al narcotráfico, sino que haya controles, que haya vínculos entre las fuerzas. También combatir la desigualdad, que haya inversiones, urbanización, higiene urbana, transporte público... No es una cuestión que uno le puede echar la culpa al gobierno provincial o nacional, más allá que cada uno tiene su responsabilidad. Está tan baja la ciudad, no hay actividad cultural, cuesta conseguir lugares para ir a comer. Tenemos que volver a sentir el orgullo de ser rosarinos".