La CBO, un servicio políticamente independiente responsable de proporcionar al Congreso análisis fiscales y económicos, había estimado antes que esto probablemente sucediera entre julio y septiembre.
De este modo, el CBO coincide con el Departamento del Tesoro, que ya mencionó la fecha del 1 de junio para un posible default de la economía más grande del mundo, una situación sin precedentes.
Según el pronóstico de la CBO, "si el límite de deuda permanece sin cambios, existe un riesgo significativo de que en algún momento de las dos primeras semanas de junio, el gobierno ya no pueda pagar todas sus obligaciones".
"La capacidad del Tesoro para financiar las operaciones gubernamentales en curso seguirá siendo incierta durante mayo, aunque el Tesoro finalmente se quede sin fondos a principios de junio", señaló.