Con su triunfo, Peña marca la continuidad de los colorados en el gobierno, aunque en toda su campaña hizo un esfuerzo en doble sentido: por un lado, para despegar de una gestión de Gobierno que no saldó los problemas centrales del país; y, por el otro, para procurar mostrarse como lo nuevo, pese a ser el postulante de una fuerza que gobernó los últimos 70 años con apenas una pausa de 4.
A sus 44 años, a Peña le tocó, además, esforzarse para que no lo afecten las denuncias y la declaración de "significativamente corrupto" que recibió de parte de Estados Unidos su mentor, el expresidente Horacio Cartes.
En uno de sus cortos de campaña, Peña apareció enfatizando que a los jóvenes les toca "jugar en las ligas mayores" y desde el 15 de agosto, cuando se siente en el sillón principal del Palacio de López, le tocará demostrarlo.
Su lema de campaña fue "Paraguay va a estar mejor" y cuando reemplace al presidente Mario Abdo Benítez le tocará cumplirlo.
Ganador de las internas de la Asociación Nacional Republicana (ANR, el nombre oficial del coloradismo), Peña, nacido en Asunción en 1978, fue padre de un varón a los 17 años, ya en pareja con Leticia Ocampo. Y apenas un año después tuvo una segunda hija.