La inseguridad alimentaria, reducción involuntaria por razones económicas de la porción de comida y/o la percepción de experiencias frecuentes de hambre, alcanza al 18,6% de los hogares en la Argentina, de acuerdo con un informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA).
En 2022, un 18,6% de los hogares se encontraron en condiciones de inseguridad alimentaria, un punto porcentual menos que en 2021 y por debajo del 22,1% alcanzado en 2020, en el marco del inicio de la pandemia que afectó el ingreso de los hogares.
Dentro de la inseguridad alimentaria, se distingue la situación de inseguridad alimentaria moderada, que alcanza a 10,6% de los hogares (11,4% en 2021 y 13,3% en 2020), y severa, en la que se encuentran 8% de los hogares (8,2% en 2021 y 8,8% en 2020).
El informe "Radiografía de la pobreza en Argentina: privaciones sociales y desigualdades estructurales", indicó que la recomposición no llega a alcanzar los niveles de 2018 (16,5%) y la brecha entre inseguridad alimentaria total y severa tiende a incrementarse a partir de 2018.
Esto está determinado por "la aceleración inflacionaria a partir de 2018, que marcó niveles altos definiendo una tendencia sostenida en general y para los precios de los alimentos en particular, todo esto en un contexto marcado por el estancamiento en la generación de empleo registrado".