Brasil comenzará a probar en noviembre la posibilidad de tener una jornada laboral de cuatro días, luego de tres meses de reuniones con empresas potencialmente interesadas.
El modelo -ya probado en Reino Unido, Estados Unidos, España, Australia y otros países- se pondrá en práctica a través de una alianza entre la consultora Reconnect Happiness y la organización 4 Day Week Global.
El proyecto argumenta que, con el "rediseño" de la semana laboral, es posible potenciar la calidad de vida de los empleados y, al mismo tiempo, aumentar la productividad de las empresas.
"La idea del proyecto piloto es que los empleados reorganicen su trabajo para que sean más productivos en menos tiempo", explicó a CNN Brasil la fundadora de Reconnect, Renata Rivetti.