En la apertura de la vigésima fecha de la Liga Profesional, Rosario Central y Barracas Central igualaron 0 a 0 en el estadio "Chiqui" Tapia. En un partido aburrido, con una sola situación de gol en todo el partido, ambos equipos aburrieron demasiado y jugaron poco y nada, en un partido olvidable.
Barracas y Central jugaron una muy pálida primera etapa, sin situaciones de gol frente a los arcos. Los de Russo salieron con precauciones, abroquelados atrás y sin tomar riesgos. Por eso el equipo no contó con las proyecciones de sus laterales, Cortéz y Rodríguez.
El medio auriazul estuvo demasiado atento a la marca, por eso no extrañó que nunca conectara con los delanteros, Campaz y Véliz. Los magros resultados en condición de visitante hicieron que el conjunto rosarino tomara demasiadas precauciones a la hora de salir a jugar contra un rival que tampoco mostró armas para lastimarlo.
Se vio sí a un banco de suplentes demasiado predispuesto a la protesta ante cada acción dudosa, con el antecedente de jugar frente a un equipo al que la terna arbitral suele favorecer. Incluso dentro del propio campo de juego, los jugadores percibieron ese nerviosismo y les costó demasiado crear.
La segunda etapa fue parecida a la primera, chata, opaca y todo aquel adjetivo calificativo negativo que usted lector le quiera poner. El local tuvo mayor dominio del balón, jugó en tres cuartos de cancha la mayor parte del segundo tiempo, pero nunca logró inquietar a Broun.
Fatu puso una pelota larga y con el efecto a favor para generar la única jugada de peligro frente a uno de los arcos en todo el partido. El ingresado Pupi Ferreyra picó al vacío, y empardado por su marca sacó un remate cruzado que el arquero local contuvo con esfuerzo.
El equipo visitante consiguió un punto fuera de casa, algo poco común en esta campaña con buenos números en el Gigante, pero demasiado pobre saliendo de casa. Hoy no pasó zozobra, es cierto, la fragilidad del rival ayudó, pero Central enfrentó otros conjuntos de similares características que lo terminaron venciendo en sus reductos. Un punto que suma, y no mucho más.
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