Newell's y Unión de Santa Fe igualaron 1 a 1 en un encuentro correspondiente a la fecha 20° de la Liga Profesional de Fútbol. Los goles del encuentro fueron convertidos por Recalde en la primera etapa y Zenón en el complemento.
No fue un buen partido, el equipo de la capital de la provincia nunca pudo disimular su pésimo presente futbolístico y Newell's tiene claramente la cabeza en otra parte, en la Copa Sudamericana, y juega el torneo a lo que salga, casi sin ganas, como por puro compromiso.
El partido se abrió por un doble error del arquero Mele, probablemente con alguna complicidad del astro rey. Primero dio un rebote demasiado largo a un débil remate desde afuera del área de Ferreyra y luego lanzándose al aire como una lagartija sin acertarle en lo más mínimo al remate del paraguayo que definió con tranquilidad. Newell's mueve la pelota de lado a lado, a veces sin sentido, buscando espacios que muchas veces no aparecen, haciendo una posesión inerte, que en ocasiones no lastima.
En la segunda etapa, Aguirre casi que definía el partido poniendo el 2 a 0, pero el VAR se interpuso en sus intenciones. Nadie sabía bien que podría haber ocurrido, si una infracción previa, en el comienzo de la jugada, o un supuesto offiside. Buscando y buscando, encontraron un adelanto de hombro, de esos que le encuentran a los equipos que no son de prevalencia en AFA, y por ejemplo no usaron con Boca en el polémico empate ante Lanús y si la semana pasada contra Veliz en Arroyito. Al parecer AFA tiene reservado un VAR para equipos del interior.
Unión, que no tenía nada que perder y que había caminado por la cornisa por varios minutos encontró alivio en el tanto del empate, tras un centro desde la derecha, por atrás del resto llegó Zenón para poner un empate injusto. No es que Newell's haya jugado pésimo, Unión es casi un equipo de fútbol, un verdadero espanto tirado en la cancha y que pelea por no descender. Quizás el desgaste físico de la doble competencia se haya sentido por el parque de la Independencia.
Sacar un empate de local nunca es favorable, menos contra un rival tan limitado como esta versión del Tatengue, el del lunes por la tarde no sería un buen punto para los de Heinze en otro contexto, sin embargo en los ánimos bien altos que deja la excelsa participación en la Copa, con puntaje ideal y ya clasificado a los octavos de final, disimula cualquier traspié. El técnico rojinegro tiene margen para no jugar a nada contra nadie, y eso sucedió en el Coloso en un partido olvidable.