Los hechos ocurrieron el 7 y el 13 de junio, pero trascendieron este fin de semana largo. En el primero de ellos estuvo involucrado el abogado rosarino quien fue a Piñero para entrevistar a dos presos.
En la entrevista manifestó llevar su teléfono personal, pero al pasar por el body scanner se le detectaron dos celulares más, que fueron secuestrados y que dieron inicio a actuaciones administrativas.
El segundo hecho tuvo como protagonista un letrado de Venado Tuerto, quien fue a la cárcel a ver a un solo interno. Cuando pasó por el body scanner se le encontraron dos celulares, cuando él solo había manifestado que tenía el suyo.