La golpista fue declarada culpable de los delitos de incumplimiento de deberes y resoluciones contrarias a la Constitución y las leyes.
La Fiscalía la acusó de asumir la titularidad del Senado y, en consecuencia, la Presidencia de Bolivia en noviembre de 2019, sin cumplir requisitos constitucionales.
La propia Áñez se expresó sobre la última decisión judicial en Twitter: "Los vocales Rojas y Castro, por instrucción del Movimiento Al Socialismo (MAS, el partido gobernante), ratifican vulneración de todos mis derechos como expresidente de Bolivia negando el juicio de responsabilidades que ordena la Constitución".