La Cámara de Diputados aprobó ayercon 125 votos a favor, 112 en contra y 3 abstenciones la reforma de la Ley de Alquileres. De esta manera, el mínimo de los contratos de alquiler pasa de tres a dos años y los aumentos dejan de ser anuales y según el ICL (índice de contrato de locación) que publica el Banco Central para pasar a ser cada cuatro meses y definidos según lo que establezca el mercado.
Ahora resta su tratamiento en el Senado para que estos cambios se conviertan en ley.
Mientras estas reformas se terminaban de aprobar en las puertas del Congreso Nacional se realizaba una concentración en su rechazo. Uno de los presentes fue Sebastián Artola, referente de Inquilinos Agrupados Rosario y responsable de la Federación de Inquilinos Nacional en la provincia de Santa Fe.
“Es una reforma pro mercado, regresiva y anti derechos de los inquilinos”, sostuvo Artola. Y agregó: “Estamos ante una nueva avanzada del mercado inmobiliario y la derecha contra los derechos de los inquilinos y las mayorías”.
“Claramente, el resultado no va a ser otro que más aumentos de los alquileres, más dificultad para sostener el pago y la profundización de la crisis habitacional que ya vivimos”.
Desde Inquilinos Agrupados Rosario también cuestionaron la ausencia de 13 diputados del Frente de Todos. Con su presencia y el voto en contra la votación hubiese terminado empatada, teniendo que definir la presidenta del cuerpo Cecilia Moreau. A este dato se suma la abstención de los dos diputados del socialismo, Enrique Estévez y Mónica Fein, quienes a su vez dieron quórum para que la sesión pudiera realizarse.
“El Congreso se arrodilló ante el mercado inmobiliario y terminó dando la espalda a los inquilinos”, sostuvieron.
“Mientras en los principales países del mundo se debate cómo el Estado tiene que intervenir y regular el mercado inmobiliario para ponerle un freno a la especulación y a los aumentos abusivos, acá se deja todo en manos del mercado”, señaló el referente del movimiento de inquilinos de la ciudad.
“Vamos a seguir defendiendo a los inquilinos y luchando por el derecho a la vivienda que todos y todas tenemos”.
“Ahora, quedamos en estado de alerta y movilización para rechazar que se convierta en ley en el Senado”.
“Después de muchos años logramos poner en debate cómo se accede a la vivienda en Argentina y, claramente, hay dos modelos en disputa: si la vivienda es un negocio, que tiene que estar en manos del mercado, a la que solo se accede a través del sector privado y donde los inquilinos se las tiene que arreglar como puedan. O si la vivienda es un derecho, que debe garantizar el Estado, regulando el mercado, protegiendo a los inquilinos y a la que también se tiene que acceder a través del sector público”.
“Lamentablemente, la gran mayoría de la dirigencia política gobierna y legisla para el mercado inmobiliario y en contra de los derechos de los inquilinos e inquilinas”, concluyó el referente rosarino.