Para cumplir debería reducir el gasto del segundo semestre más del 13%. La meta luce como muy desafiante si se tiene en cuenta que se trata de un año electoral y que el Gobierno ya viene actuando sobre los gastos.
Algo en lo que hay que reparar es que, en contraste con 2022, este año Economía no podrá contar con recursos equivalente a 1 punto del PBI. La caída de la recaudación por efecto de la sequía restará recursos por 0,7 puntos el PBI, mientras que este año no se podrán contar rentas de la propiedad por 0,3 puntos.