En un mensaje enviado a la Iglesia francesa para conmemorar los 150 años de peregrinaciones al santuario de Lourdes, el Pontífice pidió que su intercesión despierte en el corazón de todos "auténticos sentimientos de amor fraterno" y así las sociedades crezcan "en el respeto a los demás, salvaguardando su dignidad y sus derechos, y para que nadie se queda fuera".
Según el mensaje dado a conocer hoy por el Vaticano, Francisco pidió de forma especial a la Virgen por los "padres que llevan el peso diario de una gran responsabilidad; jóvenes tan llenos de potencial, pero a menudo preocupados por su futuro, o lamentablemente ya obstaculizados por muchas limitaciones; los ancianos, ricos en experiencia y sabiduría, pero demasiado a menudo abandonados y desatendidos".
En sus oraciones, el Papa pidió además no olvidar a "las personas solas, los marginados, los exiliados o refugiados, todos los que sufren".
Por otra parte, se recordó que el mes que viene, Francisco irá a Francia para una visita de dos días a Marsella centrada en la preocupación por la situación migratoria en el Mediterráneo.