Los trabajadores de la cerealera Vicentin atraviesan una difícil situación, luego de que la agroexportadora decidiera paralizar por seis meses la producción en sus plantas de molienda de soja ubicadas en Ricardone y Puerto Vicentin, en la zona del Gran Rosario.
La medida afecta a unos 850 empleados y, según explicaron desde la empresa, se debe a que hay faltante de granos debido a la sequía y a la demora judicial en resolver el concurso de acreedores, por deudas millonarias que mantiene con proveedores de granos.
A pesar de la drástica decisión, la empresa informó que los trabajadores afectados seguirán recibiendo sus salarios durante el próximo semestre, aunque la situación más allá de este plazo es incierta.
El director independiente de Vicentin, Estanislao Bougain, habló con el medio La Nación, e indicó: “Este miércoles fue el último día en que las plantas estuvieron operativas hasta volver a tener disponibilidad de soja, que puede ser febrero del año que viene. Es un cierre programado muy importante, el personal ingresa en guardias pasivas. Esto implica que cobran el 100% del salario, pero se quedan en sus casas”.
La planta de Puerto Vicentin está ubicada sobre el río Paraná y puede procesar 10.000 y 6.000 toneladas de soja por día. La de Ricardone, en tanto, se especializa en la molienda de girasol, pero también trabaja con soja.
El directivo indicó además que un cierre de esta magnitud es algo que “nunca ocurrió” en la historia de la empresa, que comenzó a operar en 1929. Lo normal es que la producción se paralice entre 30 y 40 días al año para hacer trabajos de mantenimiento, mientras que en los últimos dos años –y a causa de una merma en la cosecha de soja producto de la sequía– la actividad estuvo suspendida por dos meses.
