El Tribunal de Cuentas Federal (TCU) de Brasil identificó 128 obsequios, entre los cuales hay armas y joyas, que recibió Jair Bolsonaro de autoridades extranjeras durante su presidencia y que fueron indebidamente registrados como propiedad privada del entonces mandatario, aunque deberían haber sido incorporados al patrimonio del país.
Según los interventores del TCU, 111 regalos no encajan en el perfil de “objetos muy personales” y por eso mismo deberían pertenecer a la colección pública, y otros 17 bienes tienen un valor comercial muy elevado y entonces también deberían incorporarse al patrimonio público.
Según técnicos judiciales citados por la cadena CNN, algunos artículos –se estima que por lo menos 11- recibidos por Bolsonaro ni siquiera fueron registrados.
Por lo tanto, los auditores consideran que el gobierno de Luiz Inácio Lula Da Silva debe poner en marcha un procedimiento para reevaluar los bienes que recibieron Bolsonaro, su esposa Michelle y también sus asesores cercanos.
El Palacio de Planalto fue puesto al tanto del resultado del relevamiento hace unas dos semanas para que supiera de los hallazgos y expresara su opinión sobre el caso.
La Presidencia de la República informó al tribunal, por ejemplo, que los objetos devueltos por Bolsonaro al TCU, como un rifle y una pistola, no estaban registrados oficialmente.
Una situación idéntica se da con uno de los estuches de joyas recibidos por la familia Bolsonaro desde Arabia Saudita.
El exmandatario está siendo investigado por la Policía Federal por una serie de joyas recibidas como regalo de la familia real saudita.
Esos obsequios, de valor millonario, no fueron declarados como debían a las autoridades de la aduana cuando llegaron a Brasil.
Además, la investigación comprobó que personas del entorno de Bolsonaro maniobraron para vender esas joyas fuera de Brasil, y hay indicios de que el dinero recaudado fue destinado a la familia presidencial.
En el documento del TCU, al que tuvo acceso CNN, los auditores sugieren que el gobierno realice luego un análisis completo de todo lo recibido durante los cuatro años del mandato de Bolsonaro ante la posibilidad evidente de irregularidades.
En total, hay registros de 9.158 obsequios recibidos por Bolsonaro “de diferentes orígenes”, pero con negligencia en la documentación de este material.
“No se identificaron explicaciones capaces de justificar la distribución de objetos entre las colecciones públicas (patrimonio de la Unión) y los documentos privados del expresidente”, afirma un extracto del documento.
Por eso, los técnicos recomiendan a la Presidencia impulsar estudios con el fin de mejorar la legislación sobre el tratamiento de las donaciones y la forma en que deben registrarse las colecciones privadas de interés público de los presidentes.
El relator de este caso es el ministro Augusto Nardes, a quien le corresponderá ahora analizar los hallazgos del área de inspección y las propuestas para el avance del caso.
El abogado de Bolsonaro, Fabio Wajngarten, advirtió que la clasificación de los presentes correspondió a la Oficina de Documentación Histórica (GADH) y que su defendido no tuvo participación en el tema.
“El presidente Bolsonaro nunca tuvo ninguna injerencia en la clasificación de los obsequios. Correspondía exclusivamente al GADH referirse a esa clasificación”, dijo.
El lunes, la fiscalía del TCU ya había pedido que Bolsonaro devuelva todos los regalos que recibió durante su gobierno (2019-2022).
Entre los obsequios que citó la fiscalía están una miniatura de un casco antiguo de un samurái, que regaló el entonces primer ministro japonés Shinzo Abe; un cuadro con una vista de Jerusalén, dado por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y un jarrón de plata que regaló el entonces presidente de Perú Martín Vizcarra.