Rosario Central venció agónicamente a Newell's Old Boys por 1 a 0 en un partido correspondiente a la séptima fecha de la Copa de Liga en un encuentro disputado en el Gigante de Arroyito. El único gol del partido fue marcado por Ignacio Malcorra, de tiro libre a los '40 de la segunda etapa.
Fue un primer tiempo jugado con dientes apretados, con pocas opciones de gol y varios cortes por diferentes motivos. Choques, peleas, incidentes fueron los protagonistas, poco fútbol, marco acorde, pero quedaron en deuda. No abrieron el resultado, bastante lejos estuvieron de ello. Solo dos ocasiones, una por cada lado, sacudieron la modorra de la primera etapa en Arroyito.
Por el lado de Central, un disparo desde afuera del área de Toledo se fue muy cerca del palo izquierdo de Hoyos. La Lepra llegó por intermedio de Ferreira, con un tiro de zurda que se fue lamiendo el palo derecho de Broun. Campaz y Aguirre, las dos cartas de gol más importantes de cada equipo estuvieron apagados y bien marcados.
Newell's lastimó por el lado de Sordo, que le ganaba el duelo a Martínez, y Méndez que volvió loco con sus subidas a Coyote Rodríguez. En Central, solo O' Connor aportó algo de fútbol, ni Lovera ni Cervera pudieron ganarle nunca a su marca. Se fueron a los vestuarios en medio de discusiones y amarillas, tras un rollo de papel que le pegó en el brazo a Vangioni y desató un escándalo de empujones y ánimos aún más elevados.
En el segundo tiempo las cosas no cambiaron demasiado, otra vez fue trabado, con dominio cambiante, jugado a puro nervio, y con pocas ocasiones. Los arqueros fueron meros espectadores, las defensas ganaron la parada, y la cosa venía como para definirse en una pelota parada. Un cabezazo de Velázquez se fue apenas desviado, en la que podría definirse como única ocasión de riesgo.
El recién ingresado, Luca Martínez Dupuy encaró a Velázquez mano a mano, se iba camino al área y el paraguayo lo bajó para evitarlo. Todo Arroyito pidió roja, pero Falcón marcó amarilla. Malcorra la acomodó, se peleó un rato con Coyote por ver quien le entraba, pero se impuso en la disputa. Fue de zurda, la acarició y la puso arriba, pegada al palo izquierdo de Hoyos para poner el 1 a 0.
Delirio y algarabía, Central se quedó con tres puntos vitales, que quizás no mereció, pero que importa ahora. Venció a su clásico rival, estiró la diferencia histórica a 17, se metió de vuelta en la pelea por el ingreso a la copa Sudamericana y se sacó de encima una parada brava. Por el lado de Newell's, perdió su tercer partido consecutivo y el ciclo Heinze pende de un hilo, aunque el DT rojinegro negó en vestuarios la posibilidad de dar un paso al costado.