En un discurso online dirigido a cientos de estudiantes universitarios en Asia este miércoles, el Papa Francisco abordó la problemática del bullying y condenó enérgicamente la práctica de burlarse de la apariencia de los demás.
En una inesperada confesión, el Sumo Pontífice admitió que él mismo realizó bullying cuando era niño en Argentina, hace más de siete décadas.
Durante su discurso, el Papa escuchó el testimonio de una joven de la India que había sufrido acoso escolar debido a su peso.
Ante esto, el Papa declaró: "Independientemente de que seas gordo, delgado, bajo o alto, lo importante es vivir en armonía, armonía en el corazón (...) cada hombre, cada mujer tiene su propia belleza y tenemos que aprender a reconocerla".
Sin embargo, lo que más impactó a la audiencia fue la historia personal que compartió Francisco para continuar el intercambio con los jóvenes. Recordando su niñez, mencionó a un amigo que sufría de sobrepeso y admitió que solían burlarse y acosarlo junto a sus compañeros.
"Recuerdo a un amigo mío que estaba un poco gordo y nos burlábamos de él, me atrevería a decir que lo acosábamos, una vez le empujamos y se cayó", contó Francisco.
A modo de compartir una enseñanza con los participantes, Francisco expresó las consecuencias que obtuvieron sus actos: "Cuando llegué a casa, le informaron a mi padre y me llevó a casa del compañero de colegio para que me disculpara".
El papa Francisco, a sus 86 años, reconoció que años más tarde se reencontró con aquel amigo y descubrió que se había convertido en pastor evangélico, un encuentro que tocó, según el, profundamente su corazón.