Con un pésimo arbitraje de Pablo Echavarría, Colón de Santa Fe se impuso a Rosario Central por 2 a 1 en el estadio Brigadier López de la capital provincial. Los tantos del vencedor fueron convertidos por Tomás Galván y Rubén Botta, de penal. Damián Martínez había marcado el empate transitorio. Juan Cruz Komar, que había ingresado por el lesionado Mallo, fue expulsado en la segunda etapa.
Jugaron un primer tiempo entretenido entre Colón y Central, está claro que no les sobra demasiado, pero al menos pusieron ganas. El local llegó por intermedio de Pierotti, que se cansó de dejar atrás a un impávido "Coyote" Rodríguez que no lo encontraba. Ávila moviéndose entre los centrales, Quintana, Mallo y luego Komar que reemplazó al uruguayo fajándose con Wanchope, algo excedido en peso, pero siempre peligroso.
Giaccone y Campaz por las bandas fue de lo mejor que mostró el elenco de Russo, sin embargo, estuvieron imprecisos a la hora de asistir, a un Bianchi que siempre llegaba un segundo tarde, a todas, fuera bueno o malo el pase. Malcorra intentaba encabezar alguna contra pero no encontraba socios, solo al colombiano, que aparecía a chispazos y demasiada intermitencia.
El "Gitano" Martínez llegó por derecha hasta tres cuartos y cuando todos pensaban que tiraría un centro, sacó un violento remate que se estrelló en el travesaño de Chicco. Wanchope punteó un centro desde la derecha que Broun logró anticipar con solvencia.
Echavarría dio seis minutos de descuento sin sentido alguno, nada había ocurrido para ameritar semejante adición, solo el local tenía a Central acorralado, y el gol estaba al caer. Coyote convirtió en contra, pero por suerte para Central, el VAR detectó que Ávila había interferido la línea del balón estando en claro offisde. Se fueron a los vestuarios sin goles, a pesar de la intención arbitral.
Como daría la impresión que la mayoría de los resultados en el el torneo del fútbol argentino están puestos antes de comenzar, en la segunda etapa el árbitro se convirtió en el protagonista excluyente del espectáculo. El conjunto de Russo arrancó con el pie izquierdo. Tras un error de Toledo, que regala un balón en la salida y un par de titubeos a la hora de sacarla, Galván remató bajo y fuerte y venció a Broun para poner el 1 a 0.
El canalla salió con más ganas que fútbol a buscar la igualdad, Campaz tuvo una doble chance, en la primera lo cerraron justo y el rebote se estrelló en el travesaño. Pero en la siguiente jugada, Martínez capturó la pelota en un torbellino de jugadores para empujarla a la red y marcar el empate. Lejos de serenarse, el conjunto auriazul le puso ritmo y fue por más, pero se descuidó abajo.
En una jugada en la que inexplicablemente queda mal parado abajo, Komar mete un manotazo que le terminó costando la expulsión. Broun que había salido lejos fue primero echado por el árbitro, el VAR corrigió entonces ya que tenía la roja en la mano la uso para sacar de la cancha al ex Talleres, que bien podría haber sido amonestado, ya que el balón no se dirigía al arco sino a Ávila, que estaba adelantado.
Como con echarle un jugador no parecía alcanzar, Echavarría cobró un dudosísimo penal de Quintana, por un supuesto agarrón en el área, de esos forcejeos de agarrón mutuo que hay mil quinientos por partido. Botta puso su remate preciso abajo y venció a Fatu desde los 12 pasos para marcar el 2 a 1. Las pelotas desaparecieron, los jugadores a reemplazar se tiraron previo al cambio y todas esas cosas que suceden solo en el fútbol argentino.
En el medio de ello, Bianchi salió lesionado en la rodilla para sumarse a la inmensa lista de tocados de la delantera auriazul, que ya completan Martínez Dupuy, Oviedo y Lovera. Quintana, que va como si fuera la última a cada pelota dejando el corazón y el cuerpo en cada pelota fue a buscar la última, lo agarraron entre dos, lo chocaron y lo estrellaron contra un palo, pero al la inversa de la jugada en el otro área, el impresentable referí no vio nada extraño, tampoco el VAR.
Resultado puesto antes de jugar, el conjunto de Gorosito pelea el descenso y alguna manito había que darle, Central que supuestamente no pelea por nada era el equipo ideal, y esta vez le tocó ser parteneire. Preocupación de la delegación por la gran cantidad de lesionados, de cara a lo que se viene, Independiente el martes próximo y pronto Newell's. Los refuerzos que le llegan a Russo no parecen estar a la altura de lo que se vende y hace es difícil, diría el experimentado DT auriazul.
