Si bien la caída frente al máximo rival de la ciudad golpeó duramente los ánimos de todo el mundo rojinegro, el máximo dirigente de la institución respaldó al técnico y no piensa en su salida. Ya lo había dicho antes del clásico en el Gigante de Arroyito: “El entrenador no se juega nada”.
Su continuidad en el corralito de Newell’s dependerá de lo que suceda en los próximos compromisos: este sábado visitará a San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro, 11 días después hará lo propio con Tigre en Victoria y en el cierre de octubre recibirá a Godoy Cruz en el Coloso Marcelo Bielsa.