A una semana de las elecciones presidenciales, el gigante del consumo masivo Coca Cola avisó a los comercios de todo el país que subirá un 35% los precios de todos sus productos, el día después de los comicios.
La medida de la multinacional debe inscribirse en la fuerte presión sobre los precios que ejercen sectores concentrados de la economía, a propósito del actual priceso electoral.
La decisión tomó por sorpresa al gobierno y generó malestar en el área de Comercio Interior, que conduce Matías Tombolini.
La multinacional de bebidas y gaseosas comunicó a los comercios de todo el país "aumentos preventivos", y admitió que no respetarán los acuerdos de precios hasta que no haya nuevo presidente, para no perder márgenes de utilidad.
La decisión tiene gran impacto, ya que el gigante multinacional tiene una participación del 65% en las góndolas.
La comunicación del aumento la hicieron Coca Cola Company, la empresa madre, y las distribuidoras y embotelladoras que tiene la marca en el país. Entre ellas figuran las de la zona del AMBA, Reginald Lee y Femsa, y las del interior, Distribuidora Atlántica, Andina, Arca y Continental.