La Cámara de Diputados convirtió en ley, 128 contra 114 votos, el proyecto de reforma de alquileres con los cambios incluidos por el Senado impulsados por el Frente de Todos, con lo cual los contratos entre propietarios e inquilinos se mantendrán por tres años y tendrán una actualización semestral, en lugar de anual como establecía la actual norma.
La iniciativa se aprobó con los votos que fueron aportados por el Kirchnerismo, dos diputados del Interbloque Federal, uno de Juntos por Rio Negro y cuatro de izquierda, mientras que rechazaron la iniciativa los libertarios, Juntos por el Cambio y algunos legisladores provinciales.
El diputado oficialista Itaí Hagman defendió el proyecto modificado en la Cámara Alta, negó que la crisis habitacional sea producto de la legislación original y planteó: “Tenemos dos opciones: la del Senado es mejor porque establece una mejora respecto al índice actual de la ley que establece una menor relación entre inflación y salarios”.
“No dejemos desprotegidos a los inquilinos, no llevemos al mercado inmobiliario a que sea la ley de la selva, sino generemos los mecanismos para -protegiendo la parte más débil- corregir esa asimetría generando regulaciones”, sostuvo.
En una breve participación, José Luis Gioja resaltó que el Estado tiene que mediar para “proteger” a los inquilinos.
El diputado socialista Enrique Estévez confirmó que el bloque socialista apoyaría el proyecto que viene del Senado, al igual que Romina Del Plá que garantizó el apoyo de la Izquierda pese a las críticas a la iniciativa y con eso votos se garantizó la norma que provenía de la cámara alta.