Sin ánimo alguno de convertirnos en émulos de Nelson Castro, periodista estrella de Todo Noticias que realiza diagnósticos a distancia, sin temor a equivocarnos y quizás el tiempo nos dé la razón, podríamos afirmar que Javier Milei tiene un claro y marcado delirio místico, por momentos toma poses sacerdotales, junta sus manos y parece orar, eleva la mirada al cielo con ojos desorbitados que se entremezclan con su abundante y rebelde cabellera, agradece, se cree y siente como un ser superior, se autoproclama como el rey de esta selva, un elegido que tuvo que meterse en el "barro de la política" para salvarnos a todos.
El economista, que jamás se destacó como tal en foros económicos internacionales ni nada que se le parezca, está formado a base de una compulsiva lectura de libros de la economía austríaca, aborrece toda regulación estatal y basa su pensamiento en la simple alineación de ofertas y demandas, no importa de que se trate, desde armas hasta órganos, salud y educación también son materias negociables con un mercantilismo casi demoníaco.
Podría decirse que cobija un pensamiento anárquico, salvo porque él vendría a ser quien manda, y eso tira por la borda su teoría. Su espacio político anarcocapitalista solo reivindica a Carlos Menem como presidente democrático argentino, y mirando hacia afuera admira a Margaret Theacher, Jair Bolsonaro y Donald Trump, en un claro alineamiento de ultraderecha, poco propenso a entregar el poder una vez que lo pierde, como en los dos últimos casos mencionados. Apoya el negacionismo de la dictadura, reinstala la teoría de los dos demonios y que en Argentina hubo una guerra y reniega del cambio climático, aduciendo que se trata de un ciclo natural del planeta, y que así como alguna vez tuvimos una glaciación, hoy nos toca vivir calor extremo.
El libertario, que tiene a "la casta" <de la que forma parte> bajo la mira, y considera a todo el sistema político como corrupto y deleznable, no le molesta deshacerse de ministerio y repartición estatal alguna, piensa en un Estado pequeño, con las menores responsabilidades posibles, sin moneda propia, y que solo se limite a ser un mero espectador de la realidad, interviniendo en el mercado lo menos posible.
Pretende que no se salga en auxilio de nadie, y que la sociedad funcione a los intereses del mercado, pagando por cada cosa lo que vale, sin subsidio alguno a transportes o energía. Tampoco se le nota mucho apego a la ley, el cumplimiento del deber ni las buenas costumbres, su labor legislativa ha sido escasa o casi nula, faltó la mayoría de las veces a la cámara baja, que integra como legislador nacional y estuvo ausente en la mayoría de las votaciones, que a decir verdad, en pleno año electoral fueron pocas.
De impulsos grandilocuentes, propenso al descontrol, el grito y la exacerbación gestual forman parte de su lenguaje verbal, las consideradas "malas palabras", genialmente indultadas por el recordado "Negro" Fontanarrosa en aquella ocasión del Congreso de la Lengua, no faltan nunca en su limitado vocabulario, reducido casi a spots de campaña, con una docena de frases hechas que apuntan a un público limitado, pero en la creencia que con eso le alcanzará para sentarse <al menos por un rato> en el sillón de Rivadavia, que nadie que abrió tantos frentes al mismo tiempo logró sostener.
Rodeado de una sarta de personajes impresentables, con ideas retrógradas, sin pensamiento propio, e incapaces de sostener una idea, el líder de La Libertad Avanza se abre camino en la política con outsiders, desechados por otros partidos y algunas amigas de la vida, la mayoría de ellas bastante agraciadas por cierto. Por solo citar dos ejemplos podríamos ir desde Ramiro Marra, que todavía piensa que los españoles, como él, sus padres, con los que vivió hasta los 35 años y sus abuelos vinieron a América a evangelizarnos y traernos el progreso, y no a saquear nuestros recursos, y realizar un enorme genocidio sobre los pueblos originarios o Lilia Lemoine, una autoconfesa ex novia y cosplay que seguramente será diputada nacional y pretende sancionar una ley para que los hombres puedan optar entre hacerse cargo o no de un hijo, amparándose en que las mujeres ya lo hacen, cuando deciden abortar o no hacerlo.
En política internacional está jugadísimo, su alineación pasa exclusivamente por los Estados Unidos e Israel, judío y capitalista al fin, es fiel a sus convicciones. Rechaza negociar y comercializar con "estados totalitarios" y comunistas, como califica a China y Brasil, dos de los principales socios comerciales que tiene el país, responsables de mucho más de la mitad de nuestras exportaciones. Por supuesto también se opone férreamente al posible ingreso a los BRICS, grupo económico que podría otorgarle al país recursos necesarios para entre otras cosas sacarse de encima al Fondo Monetario Internacional, que condiciona la política económica de manera casi totalitaria y asfixiante. Igual, eso no parece preocuparle demasiado, les prometió un ajuste brutal, mayor aún al exigido por el propio organismo internacional. Su enfrentamiento con el papa Francisco, del que después se arrepintió también marcó otro matiz en su política exterior, aunque ayer, en el acto de cierre de campaña, un asesor, Benegas Linch fue más allá, y directamente propuso romper relaciones con el Vaticano.
Milei rompe puentes con todos. Con el Gobierno no tiene interlocutores, a pesar del apoyo implícito que muchos gobernadores peronistas e intendentes le dieron en las PASO, desdoblando elecciones, prestando candidatos donde no los tenía o hasta custodiando sus boletas donde no tenía fiscales. Los llama "chorros, delincuentes, mafiosos", según la ocasión. Incluso fue el responsable de la corrida cambiaria ocasionada contra el peso la semana anterior, que hasta generó la denuncia del propio presidente de la Nación, Alberto Fernández por desestabilización de la moneda, algo que no le terminó gustando al propio Sergio Massa, el ministro candidato que puede llegar a construir el milagro de poner en el balotaje al PJ, luego de un pésimo gobierno, que no colmó las expectativas de nadie.
Con Juntos por el Cambio tiene matices. Los acerca y los aleja de acuerdo a su conveniencia. Dividió en un momento entre halcones y palomas, metiéndose en la pelea entre Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta. Se mostró en alguna ocasión con la exministra, coqueteando en algún café porteño, pero en el último tiempo los acusó de ser los responsables de todas las operaciones en su contra, como los numerosos memes donde se lo muestra repetitivo, desequilibrado, tembloroso y hasta balbuceante. Incluso hasta del rumor que no se mostraba por encontrarse internado, bajo estricto tratamiento psiquiátrico. No fue más amable con los radicales, a quienes directamente aborrece y los acusó de manejar el "curro" de las universidades. Es hizo que en las últimas horas, Maximiliano Pullaro, el gobernador electo de Santa Fe reviera su postura de apoyar al libertario en caso que llegara a un eventual balotaje con Sergio Massa, llegando a acusarlo de autoritario y ver al contrincante como un enemigo.
Podrían decirse muchas más cosas de Milei, es un personaje que da demasiada tela para cortar, por el bien de la Argentina, ojalá no sea presidente, su paso por la Casa Rosada podría ser demasiado traumático para el país, que ya no resiste más golpes, ni de los duros ni de los blandos. La creciente pobreza y la desesperación podrían llevar a la gente a pensar que el macrismo no los trató nada bien, y que el peronismo no mejoró o empeoró las cosas. Muchas veces en la vida, gente que está en el precipicio decide saltar al vacío, y eso vendría a ser el león, un salto al vacío que podría traer consecuencias indeseables, y retrotraernos a tiempos que pensamos, ya no volveríamos a vivir.
Al gran pueblo argentino salud !
Fernando Paulo Viglierchio
Especial para RosariNoticias