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Millones de votantes vergonzantes de Milei, podrían llevarlo al sillón presidencial

 


Uno no puede con su genio, seres políticos al fin, la mayoría de nosotros va realizando informales "encuestas callejeras", entre amigos, compañeros de laburo, la cola del supermercado, la verdulería y otros sitios donde la gente intercambia análisis y opinión. Es cierto, uno se mueve en diferentes ámbitos, generalmente acordes a su situación social, pero se va cruzando en la vida con gente que piensa de diferentes maneras. 

En estos días, se está repitiendo un fenómeno que se dio más de treinta años atrás, nadie votó a Carlos Menem, que fue dos veces presidente de la Nación, y hoy nadie vota a Javier Milei, se da un voto vergonzante en gran parte de la sociedad, y aunque no se admita en la pública, millones de argentinos elegirán el domingo al libertario para que conduzca los destinos de la Nación. 

La irrupción del anarcocapitalista en la política nacional vino a sacudir la grieta y romperla en pedazos y hoy, sus máximos exponentes (Massa y Bullrich) lucharán por ingresar a un eventual balotaje junto al libertario, que parece tener un lugar asegurado en esa contienda, si es que no vence en primera vuelta. 

La política de hoy dejó de ser meramente intuitiva, es materia de estudio y busca contener a los "nichos de mercado", demandas recurrentes de la sociedad que los candidatos se ofrecen gentilmente a satisfacer. Casi como un llenar casilleros de un Excel. La gente reclama terminar con la inflación, la corrupción y la inseguridad, eso lo saben todos, pero hay otros lugares adonde va Milei, y responde a un electorado muy particular, que se informa por canales no convencionales, como son las redes sociales, TikTok, Twitter, o Instagram.

Mensaje corto y demasiado breve, contundencia, aseveración de cosas como la verdad revelada. Cuando se afirma "los chorros de los políticos", no hay mucho que explicar. Se mete en la misma bolsa a todos, cuando claramente no los son. Decir "curas pedófilos" es meter a toda la Iglesia en el mismo lodo, y si bien hay miles de casos de pedofilia en la institución, eso no la convierte en marginal. Hay buenos y malos policías, los que pelean contra el delito y aquellos que deciden asociarse a él. También hay buenos y malos médicos, aquellos que abrazan la profesión con vocación y otros que buscan solo un mero fin económico con una carrera rentable. 

El perfil mayoritario del votante de Milei es masculino, de derecha y menor a los 35 años, pero no exclusivo. El avance de la ola verde que terminó con la sanción de la ley de aborto legal, seguro y gratuito parió una respuesta incómoda, intraterrestre, no expresada, en muchos sectores que ven en el feminismo una severa amenaza al patriarcado imperante. Milei genera entre ellos un fanatismo que hacía mucho tiempo no se veía en la política nacional. 

Los repartidores de comida son otros de sus votantes más fieles y son millones. Los denominados delibery tienen una vida muy particular. Ellos y su moto son su propia empresa. Si trabajan mucho cobran bastante, si trabajan poco, sobreviven. No conocen AFIP, sindicatos, ANSES, ni nada que se parezca. La mayoría no tiene siquiera obra social, al no tener relación de dependencia alguna, ni nada que lo vincule a los poderosas empresas para las que trabajan. Podría decirse que ya viven en "estado Milei", desde hace rato. Taxistas y remiseros son otros de más acérrimos defensores del libertario y forman opinión. Ni hablar de los conductores de UBER, actividad informal, por fuera de la economía convencional.  

Todos aquellos que ganan dinero en dólares son otros de sus mayores adeptos. Los programadores informáticos y de sistemas en su mayoría, los influencers, que tienen millones de seguidores, los creadores de contenido en redes sociales, cobran en moneda norteamericana, pero no pueden retirar más de U$S 200 dólares al mes por el cepo, el resto, el Estado se lo pesifica, le cobra el impuesto PAÍS, y otros gravámenes y les termina depositando pesos a dólar oficial, menos de un tercio del valor original. Si alguien pretende que esas personas entiendan que no está bien la dolarización pierde estérilmente el tiempo. 

Distintos agentes económicos, corredores de bolsa, consultores, y economistas, también preferirían tener ahorros y salarios en dólares, por más que no fueran sustanciales. Ellos viven de inversiones, se manejan en esa moneda y los favorecería. De igual forma los agentes inmobiliarios, acostumbrados a comercializar propiedades en dólares, y a cobrar comisiones en billete verde. Agentes de viaje, hoteleros, empresarios e industriales que dependen del insumo importado para fabricar, ni hablar. En fin, hay miles, o millones.

No hay que dejar de lado a los sectores más humildes ni a los jubilados. A los que menos tienen les fue muy mal con Macri, optaron por el peronismo como cura a todos sus males y les fue aún peor. Hay una enorme cantidad de desencantados que entre vivir en la cornisa y tirarse al vacío prefieren lo segundo, quizás ello ponga fin al padecimiento, saben que peor no van a estar, o al menos eso ingenuamente creen. 

Los jubilados están jugados, ya no tienen capacidad para producir y todos los gobiernos, sin excepciones y sistemáticamente van ajustando las jubilaciones, que es uno de los mayores gastos del Estado. El Fondo Monetario Internacional bien lo sabe, por eso le exige a cada Gobierno que asume ajustar sobre ese sector. Massa intentó disimularlo otorgando bonos, que no resuelven el problema de fondo. Consultado Milei sobre el tema se corrió, ni siquiera quiso prometer algo que sabe, no va a cumplir. Lo que está está, y a su criterio, los futuros jubilados serán magnates luego que retornen al país las AFJP y manejen a piaccere el Fondo de Garantía de Sustentabilidad. 

Este conglomerado sólido de votantes le da a Milei la chance cierta de alzarse con la presidencia de la Nación, el próximo domingo, si logra imponerse en primera vuelta o en noviembre. Todo puede salir mal, en un país ya de por si demasiado empobrecido. Quienes no vivieron los '90 tienen ganas de probar, si bien Menem tuvo en sus primeros años de gobierno estabilidad económica, dejó una desocupación de más del 25%, y hoy está en el 6%. A su salida hubo Corralito, Corralón, confiscación de depósitos, Plan Bonex, pesificación asimétrica centenares de muertos y heridos. Ah, y media docena de presidentes en 10 días. 

Desarmar el Estado parece una gran idea para quienes creen que no necesitan de él. Habría que avisarles que con Milei no se terminará la política, si es que alguien piensa que no habrá una nueva casta, está equivocado. Algunos personajes reemplazarán a otros, porque así es el sistema. Privar derechos, vender las empresas del Estado en remate público, que tanto costó recuperar a algunos les cierra, y piensan que mejorarán su vida con ello. 

Iberia no mejoró los servicios de Aerolíneas, usó los mismo aviones más envejecidos, dejó de lado rutas no rentables y se llevó sus ganancias a España. Telecom mejoró el pésimo servicio de Entel, pero sus tarifas se elevaron más del mil por ciento. La privatización ferroviaria, que Milei prometió realizar, ya dejó miles de pueblos fantasma en los '90, "ramal que para, ramal que cierra" dijo Dromi alguna vez y la historia podría repetirse. Miles de trabajadores públicos verán amenazada su fuente laboral, pero eso no parece importarles a quienes no tienen el privilegio de serlo. 

Nadie llegó a presidente sin que nadie lo vote, salvo en períodos dictatoriales, que dejaron 30 mil desaparecidos, <aunque para Milei sean menos> y los derechos humanos sean un curro. Algunos lo hicieron con votos prestados, es cierto, otros con partidos proscriptos por décadas, y hasta con "fraude patriótico", curioso método utilizado por la oligarquía nacional porque a su criterio, había gente ignorante que no sabía votar, entonces ellos debían recurrir a métodos no convencionales para "salvar a la Patria". 

Hace 40 años supimos conseguir un sistema democrático que seguramente está en deuda, la gente elige, a veces se equivoca, y en otras escoge la mejor opción para ese momento. El revisionismo histórico es un ejercicio saludable, que no todos están dispuestos a realizar. Argentina no atraviesa su mejor momento, y siempre una elección renueva la esperanza. Sepa el pueblo votar...


Fernando Paulo Viglierchio


Especial para RosariNoticias

               

   




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