La iniciativa –que ingresó al Palacio Vasallo el pasado 12 de octubre– actualmente debe ser discutida en la comisión de Gobierno.
La propuesta de la concejala busca dar una respuesta al “malestar y preocupación de los ciudadanos por la creciente cantidad de casos de defraudaciones causadas por la manipulación de tarjetas de crédito y débito mediante el uso no autorizado de sus datos”.
“El objetivo del proyecto es que el personal del establecimiento que deba efectuar un cobro por los bienes o servicios brindados tenga la obligatoriedad de ofrecer a los titulares de las tarjetas la posibilidad de manipularlas ellos mismos para la realización de una operación, siempre bajo la supervisión de dicho personal”, indica el proyecto en sus considerandos.
“El dispositivo de cobro (por lo general un posnet) deberá estar ubicado en un lugar visible que permita su fácil y cómoda utilización por parte del titular de la tarjeta, o contar con un dispositivo inalámbrico que se pueda acercar al cliente”, agrega el artículo 2 del proyecto.
Sin embargo, cuando el pago se realice don débito o crédito los comerciantes sí deberán pedirle al cliente que muestre el plástico y el DNI, con el fin de constatar que se trata de la misma persona.
El proyecto también establece que, en caso de aprobarse la norma propuesta, los comercios tendrán un plazo de treinta días para adecuar sus dispositivos de cobro, mientras que la Oficina Municipal del Consumidor deberá instrumentar una campaña de concientización, información y capacitación sobre el uso de tarjetas de débito y crédito.
