Milei volvió a atacar al jefe de Estado de Brasil en una entrevista concedida al escritor y periodista peruano Jaime Bayly, donde tras una pregunta direccionada por el entrevistador, que había definido a Lula como «un gran corrupto», el postulante ultraliberal dijo estar de acuerdo («obvio», coincidió) y además llamó «comunista» al dirigente metalúrgico y fundador del PT.
En la entrevista, que tanto Milei como Bayly difundieron desde sus canales de YouTube, el candidato de LLA insistió en que no se reunirá con Lula en el caso de resultar electo.
También anunció que de ganar el balotaje del 19 de noviembre ordenará que se retiren las embajadas en Venezuela, Cuba, Nicaragua, Irán y Corea del Norte, entre otros países.
Además, adelantó que pedirá el traslado de la embajada argentina en Israel desde la ciudad de Tel Aviv, donde se encuentra actualmente, a Jerusalén, como lo hiciera en 2018 el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y como intentó hacer el exmandatario brasileño Jair Bolsonaro.
Las definiciones de Milei sobre política exterior, en particular las referidas a Brasil, fueron criticadas por Scioli, quien en declaraciones al canal C5N consideró que las palabras sobre Lula eran «absolutamente erradas».
El embajador recordó incluso que el propio Superior Tribunal de Justicia brasileño estableció la inocencia del actual jefe de Estado de Brasil al confirmar que en el caso hubo «utilización política de la Justicia».
«Nuevamente nos encontramos con una definición que es absolutamente errada, porque Lula no es ni comunista ni corrupto», salió al cruce Scioli, y amplió: «Lo de que no es corrupto lo dijo nada más y nada menos que la Corte Suprema de Justicia de Brasil, que dijo que hubo utilización de la justicia con fines políticos y (Lula) quedó absolutamente absuelto».
Scioli consideró lamentable que Milei insista con que en caso de ser electo no mantendrá relaciones con el Gobierno de Brasil, y aseguró que para sostener el nivel de exportaciones argentinas al mercado brasileño no alcanza con la negociación directa entre privados, como argumentan desde LLA cuando se los consulta por los efectos que tendría una hipotética ruptura del vínculo bilateral.