El neerlandés, tricampeón mundial vigente y referente actual de la categoría, consiguió un laborioso triunfo (el 18º de la temporada y la 53ª personal, empatando en el historial con Sebastian Vettel) revirtiendo una sanción de 5 segundos por una maniobra exigida en la partida sobre la Ferrari de Charles Leclerc en la partida, y un toque -que dañó superficialmente su auto- con el Mercedes de George Russell.
A pesar de esas incidencias, más las detenciones en boxes, Verstappen pudo recuperar terreno desde el dècimo puesto, y sosteniendo un ritmo firme para avanzar en la pista de 6.201 metros durante la madrugada de la “Ciudad del Pecado”, consiguiendo aprovechar también una neutralización con el Auto de Seguridad que le permitió consolidar su estrategia y acercarse tras el relanzamiento a Leclerc y a su compañero Sergio Pérez, quienes se intercambiaron la vanguardia en cinco ocasiones durante 20 vueltas (16 a 36).
Tras superarlos, el neerlandés tomó una ventaja de más de tres segundos y solo reguló en los últimos metros para intentar ayudar a su compañero quien perdió la segunda posición faltando un par de curvas ante el monegasco; de todas maneras, el mexicano sumó los puntos necesarios para conseguir el subcampeonato y cerró su actuación en Las Vegas