El asesor del Gobierno nacional, Federico Sturzenegger, salió hoy a responder los conceptos del extitular de la Dirección General de Aduanas, Guillermo Michel, y negó que la restitución del Impuesto a las Ganancias para la cuarta categoría y la suba de las retenciones sea un “impuestazo”, sino que se trata de una “sustitución de impuestos” que redundará en una menor inflación.
“Hay una falacia muy grande, una mentira en lo que dijo Michel, porque el gasto se financia del Banco Central, y si hay un gasto, se paga o de impuestos o con la inflación. La inflación es un impuesto, pero el más cruel de todos porque lo pagan los que menos tienen”, afirmó Sturzenegger esta mañana en diálogo con Radio Mitre.
Para el asesor, quién colaboró en la redacción del DNU 70/2023, lo que hay, en realidad, es una “sustitución de impuestos”.
“Vamos a cobrar estos impuestos formales para dejar de cobrar el impuesto inflacionario. Se sustituye el impuesto inflacionario por otros más genuinos que están mejor repartidos en el conjunto de la sociedad. Estas son falacias que le han permitido al kirchnerismo dejar estos niveles de inflación y pobreza”, agregó Sturzenegger, exfuncionario de los gobiernos de Fernando de la Rúa y Mauricio Macri.
Michel había señalado que, entre las medidas tomadas por el ministro de Economía, Luis Caputo, y el proyecto de Ley que se enviará al Congreso en sesiones extraordinarias, hay un “incremento sustancial de la presión fiscal”.
“Si queremos ponerle el adjetivo ´impuestazo´, es un nombre que se le puede dar”, manifestó en la misma emisora radial.
El extitular de Aduanas señaló que con el aumento de las retenciones a las exportaciones habrá una recaudación adicional de 0,9 puntos del Producto Bruto Interno (PBI), equivalentes a US$ 5.200 millones sobre una proyección de exportaciones de US$ 90.000 millones para el próximo periodo.
Mencionó como ejemplo que el maíz pasará a pagar de 12% a 15%, los automóviles de 4,5% a 15% y el maní de 0% a 15%.
En particular, consideró como algo “incorrecto” la equiparación de las retenciones del poroto de soja a del aceite y la harina en 33%, al “quitar la posibilidad de industrialización” al sector.
Por otro lado, manifestó que la restitución del Impuesto a las Ganancias a los trabajadores y jubilados –cuya cuarta categoría fue eliminada en una reforma aprobada por el Congreso en octubre último- “implicará un aumento de 0,45 puntos de PBI en presión fiscal”.
“Son 900.000 trabajadores que dejaron de pagar que lo volverían a pagar con un promedio de $ 300.000 de sueldo neto de bolsillo que perderían”, indicó.
Todas estas medidas, junto con la falta de extensión del programa Compre Sin IVA que “devuelve un promedio de casi $ 18.800 por mes por persona” impactan en “2,36 puntos del PBI”, según Michel.
“Acá se optó por un ajuste por tres caminos: una devaluación importante que implica una licuación del gasto, una reducción del gasto real como en las obras públicas y transferencias a provincias y un incremento de la presión fiscal”, indicó el exfuncionario.
Para Michel, “había otras opciones” para cubrir el déficit como “el swap a China que permita traer alivio hasta que ingresen en abril los dólares de la cosecha”.
En su conjunto, las medidas tomadas –indicó- “afecta el poder adquisitivo de trabajadores y jubilados”, y le “quita competitividad a economías regionales como el maní, la leche y el vino”.
Por otro lado, cuestionó que, entre los proyectos incluidos en extraordinarias, se incluyan “beneficios fiscales a empresas multinacionales como las japonesas y las radicadas en Luxemburgo”.
“Eso implica que se cobrará más Impuesto a las Ganancias a una pyme de Berazategui que a una multinacional con sede en Luxemburgo. Esto es inconsistente”, indicó.
Michel no negó que haya tenido conversaciones para continuar a cargo de la Aduana durante la actual gestión, pero señaló que hay “diferencias” con la postura del actual Gobierno como las que planteó en materia impositiva.