El bloque de diputados nacionales del PRO se diferenció hoy del resto de las fuerzas de la oposición “amigables” al oficialismo al sostener que va a “acompañar de manera responsable la votación” del proyecto de ley ómnibus, sin exigir más cambios al proyecto que los ya incorporados ni pedir nuevas condiciones para apoyar la iniciativa.
Este apoyo “sin peros” genera una demarcación respecto de las bancadas de la UCR, Hacemos Coalición Federal e Innovación Federal, que a través de distintas expresiones públicas dieron a entender su disconformidad con la última versión del dictamen de mayorías que ellas mismas habían firmado en el plenario de comisiones con disidencias, evidentemente sin conocer a fondo al detalle del texto.
Tal fue el estupor que les provocó al día siguiente desayunarse que algunos de los cambios que habían negociado los bloques y gobernadores aliados no estaban plasmados en la letra del proyecto, que la expectativa mutó en fastidio y este jueves agotaron los últimos esfuerzos para alumbrar una solución que nunca llegaría.
Las reuniones que por separado mantuvieron con el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, en el despacho de la presidencia de la Cámara baja fueron infructuosos, y tras un cónclave interno entre sus principales líderes, la UCR y Hacemos Coalición Federal decidieron suspender las negociaciones y directamente activar su capacidad de veto en la votación en particular del articulado.