En busca de los últimos votos para conseguir la aprobación el proyecto de ley ómnibus, el Gobierno enviará un proyecto mediante en el cual busca restituir el Impuesto a las Ganancias para la cuarta categoría, modificado por el exministro de Economía, Sergio Massa, sobre el cierre del Gobierno de Alberto Fernández. La moneda de cambio apareció sobre la mesa anoche y y según trascendió el mínimo no imponible alcanzará a los salarios brutos de más de $1.350.000.
A su vez, fuentes oficiales aclararon que el monto mencionado se ajustará trimestralmente a través del Índice de Precios al Consumidor (IPC) publicado por el INDEC. También la norma establece que el nuevo impuesto se aplicará de manera retroactiva, a septiembre, pero con montos actualizados, algo que a priori, aparece como ilegal, dado la irretroactividad de la ley dispuesta por el Código Civil de la Nación.
Fuentes oficiales aseguran que alrededor de 800 mil personas volverán a pagar el impuesto, que además, se retrotrae a septiembre 2023, con montos actualizados.El cálculo está muy por debajo de lo que será en realidad,está sujeto a los números de septiembre, desde entonces, los salarios se han actualizado considerablemente y probablemente mucha más gente haya superado el millón de pesos de bolsillo con paritarias que sumaron entre un 30 y 40%.
Aplicando retroactivamente deducciones, es muy probable que no perciban salario el mes posterior a que se apruebe la norma.
Además, esa gente aseguran tributará una cifra cercana a los 300 mil pesos, y pasará de ganar 1.000.000 de pesos de bolsillo a cobrar una cifra neta de 700 mil.
Si se tratara por ejemplo de una familia de bancarios, petroleros, químicos, o empleados con responsabilidad jerárquica o mucha antigüedad, que pagan Ganancias por ser presuntamente ricos, sufrirían una merma que superaría el medio millón de pesos, cifra imposible de disimular en una economía familiar, mucho menos si no fueran propietarios, tuvieran un auto o una medicina prepaga.
Habrá que ver que sucede en la cámara baja, quizás "las coimas" que el presidente decía que le pedían los legisladores fueran los sueldos de los argentinos "más pudientes", para recomponer las finanzas provinciales, afectadas por la pérdida de ese tributo desde la decisión gubernamental de elevarla a 15 salarios mínimos. Hubo infructuosos intento de coparticipar el impuesto al cheque, con la firma de 8 gobernadores, y hasta el gobernador santafesino, Maximiliano Pullaro insinuó con reimponer un impuesto a la riqueza, pedido incluso por los millonarios que pasaron por el Foro de Davos pero nada de eso parece convencer el primer mandatario.
De todas formas, en algún momento todos iban a terminar ingresando, porque la decisión de este Gobierno de no convocar al Consejo del Salario, como represalia a la CGT que se le paró de frente para defender derechos conquistados, iba a terminar licuando es "ventaja" obtenida por ley. Cuando era diputado, Milei votó la eliminación de Ganancias, señalando que el impuesto era una "aberración", pero hoy lo reimpone como moneda de cambio por una ley que dijo que "no iba a negociar".