Rosario Central y Banfield igualaron sin goles en el remozado Gigante de Arroyito en un encuentro correspondiente a la segunda fecha de la Liga Profesional 2024. El cotejo significó el primer partido jugado por el elenco auriauzul en casa, tras su consagración como campeón en el certamen anterior. Luego se desarrolló una actividad festiva del logro obtenido.
El campo de juego estaba impresentable, no apto para la práctica deportiva profesional. Cualquier cancha de alguna liga amateur regional podría haber presentado algo mejor, claramente no se llegó a tiempo para poner el césped en condiciones, lucía blando, desparejo, largo, quemado e impisable. A al punto que los jugadores de ambos equipos nunca pudieron lanzar una pelota parada, porque el pan de césped movía la pelota antes de impactarla.
Por milagro nomás no se presentaron imponderables ni lesiones, casi que se jugó el partido a una marcha menos sabiendo los altísimos riesgos de lesión y error que se corrían. Se arriesgó poco y nada, el equipo de Falcioni se adaptó mejor a las circunstancias, tuvo más la pelota y llegó con más peligro, con algún disparo desde afuera del área, bien contenido por un muy seguro Broun.
La jugada de mayor riesgo fue un disparo de "Caramelo" Martínez contra su propio arco en un intento de cierre con resbalón incluido, que "Fatu" logró sacar cuando la pelota se metía abajo, sobre su palo derecho. También el 1 Canalla se iba a lucir sobre el final desviando al córner por encima del travesaño un remate desde afuera del área que se le metía por encima.
Ante la imposibilidad de armar una pared por abajo, Central se vio impedido de desplegar su fútbol, sólo algún chispazo del "Bicho" Campaz, que ingresó en el segundo tiempo y desplegó algo de su calidad a cuentagotas, deberá acondicionarse en lo físico para dar lo mejor de él, se lo vio algo excedido de peso, pero con un talento intacto.
Central fue el equipo que más jugó en el último semestre, casi no tuvo descanso, con un plantel corto, el camino al campeonato lo llevó a estar pendiente hasta casi fin de año, luego vino el breve descanso, la pretemporada, el viaje terrestre a Uruguay, los amistosos y el repentino comienzo el torneo. Tendrá triple competencia, lució como un equipo cansado, agotado desde lo físico y mental.
La continuidad del torneo no dará tregua, y Russo deberá apelar a todos para rotar y brindar los descansos adecuados. Miguel conoce de sobra los tiempos de los jugadores y ahora deberá manejar las cargas. Costará volver a ser agresivo, hoy estuvo más cerca de perderlo que de ganarlo. Visitará el sábado a Talleres en Córdoba a las 20 en el Kempes, buscando su primera victoria en el año.
