En horas de la tarde, densas columnas de manifestantes se acercaban al Congreso de la Nación por la avenida Rivadavia de la Capital Federal, cuando miles de uniformados pertenecientes a fuerzas federales pertrechadas para el combate, arremetieron brutalmente contra la multitud que se acercaba al Congreso Nacional aplicando golpes con escudos, balas de goma, palazos, gases lacrimógenos, empellones de motocicletas un mecanismo represivo brutal.
Agrupaciones de izquierda, vecinos autoconvocados, caceroleros, asambleas barriales intentaban manifestarse, por arriba de la vereda sin violar el protocolo antipiquetes en absoluta paz, y se desató una fuerte represión, el avance de las fuerzas de seguridad, golpeando a mansalva toda persona que intentara llegar a las inmediaciones del Congreso.
Diputadas y diputados de fuerzas opositoras abandonaron el recinto de sesiones en pleno tratamiento para intentar frenar el avance de las fuerzas federales, compuestas por la Policía Federal, Gendarmería, los uniformados de CABA, que arremetieron con fuerza contra manifestantes, periodistas y cualquier persona que se encontrara en el lugar. Las fuerzas al mando de Patricia Bullrich se adueñaron de la escena y violaron abiertamente el derecho a la protesta, vigente por derecho constitucional. Las imágenes recuerdan al 2001, el estallido social y la brutal represión, que terminó con decenas de muertes en la Argentina.
