"Las discusiones se han suspendido", precisó el mandatario durante una rueda de prensa tras una cumbre de emergencia de la Unión Europea (UE) en Bruselas.
"Pedimos que las normas que imponemos a nuestros agricultores sean las mismas que las que se imponen a los agricultores de los países a los que estamos en proceso de abrir nuestras puertas", explicó, citado por Le Parisien.
El líder francés también se congratuló de que el pacto "no se haya concluido a toda prisa", recoge Le Monde. "No estoy en contra de los acuerdos comerciales por definición. Simplemente, estoy en contra del libre comercio cuando es la ley de la selva. Esa no es mi visión de las cosas", expresó.
"Nosotros, estamos a favor de modelos de negociaciones comerciales, como hicimos con Nueva Zelanda o Chile, de una nueva generación", continuó.
"Simplemente, pedimos que las normas medioambientales y sanitarias sean las mismas [para todos], de lo contrario no es justo. La posición francesa es de claridad", señaló, citado por La Tribune.
El anuncio del presidente francés se produce en medio de protestas masivas que llevan semanas azotando a los países del bloque. Los altos precios de los combustibles, las estrictas normas ambientales comunitarias o la competencia de los productos de terceros países, entre otros problemas, han incendiado el sector agrícola europeo, que demanda una política más justa por parte de Bruselas y los Gobiernos nacionales.