Según indicaron fuentes oficiales, la causa de la demora en la implementación obedece a demoras en el cruce de los datos de los hogares que están inscriptos en el Registro de Acceso a los subsidios a la Energía (RASE) con los datos que maneja el Indec, en cuanto a la situación socioeconómica de los usuarios.
Las tarifas eléctricas y del gas vienen de un largo periodo de congelamiento y en estos momentos no en todos los hogares se abona lo mismo, estando diferenciadas las facturaciones de acuerdo al nivel de ingresos del grupo familiar.
Los datos que maneja la cartera de Energía revelan una erogación en subsidios de alrededor de 150.000 millones de dólares a lo largo de los últimos 20 años, con un consumo tres veces superior al promedio de consumo de la región.
En tanto, desde el ministerio que encabeza Luis Caputo, sostienen que los subsidios a la energía representaron 1,5% del Producto Bruto Interno (PBI) en el 2023, un gasto cuatro veces superior al que tuvo la Asignación Universal por Hijo (AUH), que sumó 0,4% del PBI en el mismo período.