El gobierno Nacional, desde el Ministerio de Salud dirigido por Mario Russo, confirmó que “continuará el combate” contra el dengue “basado en la evidencia científica y no en operaciones de prensa”. Además, señaló que están realizando “un seguimiento epidemiológico” y que la estrategia de “la eliminación del mosquito” en todo el territorio es “la primera línea de defensa para frenar el dengue”.
“La clave para combatirlo es el trabajo local y peridomiciliario. Esta es una tarea que debe realizarse continuamente, no sólo debido al contexto actual, sino anticipándose a la próxima temporada para llegar con menor población de mosquitos”, afirmó el comunicado.
Asimismo, destacaron que “el ministerio de Salud de la Nación trabaja evaluando la evidencia recolectada” y con las medidas correspondientes, para el seguimiento, “sobre todo en las zonas con mayor circulación” del aedes aegypti.
“A las acciones para el control del mosquito transmisor, se sumó también el apoyo a la atención oportuna y adecuada de los casos, a través de una red federal de referentes clínicos para coordinar acciones en forma articulada y fortalecer el diagnóstico y el funcionamiento de los sistemas de salud”, aseguró la cartera sanitaria.
Según el Ministerio encabezado por Russo, el objetivo del comunicado es “llevar claridad de la población” cumpliendo con el rol de ser el “organismo rector encargado de definir una estrategia de inmunización como política de salud pública”.
Al mismo tiempo, afirmaron que realizar una campaña de vacunación “conlleva un enorme responsabilidad” y no puede estar “sometida” a los intereses de “determinados sectores”.
“Resulta importante aclarar que la ANMAT aprobó la seguridad de la vacuna Qdenga en abril de 2023, pero desde aquel momento ni el gobierno anterior ni los infectólogos ni los organismos internacionales alcanzaron el consenso para recomendarla como estrategia para incluirlo en el calendario nacional de vacunación”, sentenció.
Según el ministerio, la vacuna contra el dengue está siendo aún estudiada “para establecer su efectividad, según el rango etario y regiones endémicas” y destacó que sigue sin ser “una herramienta que esté validada para controlar la transmisión de la enfermedad en el contexto del brote”.
Finalmente, instaron a las empresas vinculadas con la producción de vacunas “a evitar presiones que pretendan apresurar decisiones que puedan poner en riesgo a los argentinos” y que trabajarán “de forma permanente” con todos los ministros de Salud del país “dejando de lado cualquier diferencia partidaria”.