El seleccionado argentino de fútbol se impuso por 1 a 0 merecidamente ante su par chileno en un cotejo correspondiente a la segunda fecha fecha de la Copa América, que se disputa en los Estados Unidos. El equipo de Scaloni consiguió de esta forma la clasificación a la siguiente fase, restando una fecha, que disputara el sábado ante Perú.
El conjunto nacional jugó un gran partido, lo ganó sobre el final, pero lo había merecido mucho antes. Dominó el 95% del partido, pudo haber marcado mucho antes, pero entre los '70 y los '75, el rival dispuso de 3 ocasiones clara de gol <las únicas del partido> que resolvió Dibu con su habitual solvencia. Lionel Messi, visiblemente lesionado con una carga en el abductor, jugó disminuido, sin embargo se las arregló para ser siempre una preocupación.
Precisamente él fue al autor de la primera clara de riesgo, con un zurdazo que lamió el palo de Bravo. Mac Allister, Enzo Fernández y De Paul batallaron contra un durísimo mediocampo trasandino, que pudo garra y poco fútbol. Julián Álvarez dispuso de una clara tras un gran pase de Molina y no mucho más, salvo un par de ocasiones autogeneradas por la defensa rival en desesperados despejes providenciales.
En la segunda etapa fluyó el fútbol, Messi frotó la lámpara, habilitó a Molina que le metió todo el empeine para explotarle el pecho a Bravo. Nico González, de un incansable ida y vuelta entró por el otro lado, y también con violento remate probó al arquero que llegó a desviar al travesaño la pelota y parecía que no iba a entrar.
Tras cambios de ambos lados, Chile se acomodó mejor, e hizo sus únicas tres llegadas del encuentro, en las que Emiliano Martínez mostró porque es el mejor arquero del mundo. Lautaro Martínez, que había ingresado pocos minutos antes se llenó la boca de gol tras un rebote en Bravo que le había sacado un remate a Lo Celso dentro del área chica, el 9 recibió y sin pararla la mandó al fondo de la red.
Merecida y agónica, necesaria y vital, trabajada, así fue la victoria, que lo dejó en la posibilidad de poner algunos jugadores suplentes para dar descanso a los titulares y que lleguen en plenitud al otro partido. Messi lo necesitará, se lo vio visiblemente molesto en cancha, de todas formas, el capitán no quiere salir nunca, terminó en cancha y resistió los '90 minutos.