Ayer se jugó por primera vez el clásico del Fútbol Femenino de la ciudad en el Gigante de Arroyito. Más allá del resultado que marcará que el primero lo ganó Central por 2 a 1 a con gol de Gómez sobre el final del encuentro, hubo en la previa al encuentro una innecesaria provocación por parte del plantel rojinegro y las redes oficiales del club del parque de la Independencia.
El mal llamado "folklore" del fútbol, en la ciudad adquirió ribetes trágicos y ya dejó muertes como la ocurrida con la joven Ivana Garzilazo, asesinada por simpatizantes de Newell's de un piedrazo en la cabeza cuando se dirigía a su domicilio tras el último clásico masculino, en el que también se impusieron los de Arroyito, por idéntico resultado.
Que Central es "Sin Aliento", "Parlante" o "Tetradescendido", que Newell's es "Pecho Frío", "Que Abandonó en el 4 a 0" o la paternidad con el "+18" que se va reactualizando a medida que se agranda la diferencia en referencia a la cantidad de clásicos ganados que los auriazules le llevan a los rojinegros, forman parte de las cargadas foráneas y cotidianas, que no siempre terminan bien.
El ataque contra la sede auriazul, perpetrado por la hinchada leprosa, que dejó un custodio herido, más allá de los daños materiales, la incursión de volantes a través de drones o personas con parapente en pleno partido, fueron en la mayoría de la veces acciones perpetradas por parte de simpatizantes, no avaladas por ninguna de las dos instituciones.
La de ayer, personificada por las chicas leprosas, con anuencia de la dirigencia, que acompañó al plantel hasta el Gigante y las redes oficiales del club subiendo fotos con una jugadora portando un parlante cruzado por una cinta que fue el inicio del clásico "salimos" en X y posteriormente del "Llegamos" cuando pisaron el campo de juego, pudo ser peligrosa, y no terminó siendo por el buen comportamiento de las miles de personas que acompañaron al conjunto vencedor y decidieron no reaccionar. Tras el resultado final, las fotos fueron bajadas de la red oficial del club del parque de la Independencia. Por el contrario, las redes auriazules se colmaron de publicaciones alusivas a la victoria.
De haberse tratado de una "travesura" de integrantes del plantel rojinegro, el club debería llamarle severamente la atención, en las condiciones actuales donde los límites de violencia se han corrido demasiado, no hubiera resultado descabellado que alguien les pudiera haber arrojado un proyectil, como ocurrió hace muy poco tiempo con un jugador de Peñarol, que aún tiene secuelas de aquella agresión en su rostro y por centímetros no perdió la vista.
Mientras desde organismos oficiales se brega por llamados a la paz, y se multiplican las acciones tendientes a pacificar el clásico, se realizan acciones conjuntas en la Intendencia, reuniones previas, fotos simbólicas, amigables, y todo tipo de acciones tendientes a desincentivar la violencia imperante, desde uno de los protagonistas se avalan este tipo de acciones desafortunadas, que en nada contribuyen al espectáculo ni la paz social.