El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, pidió durante la cumbre del G7 la imposición de un impuesto global a los superricos, con el fin de ayudar a combatir las desigualdades.
El mandatario brasileño, que participó en la cumbre en calidad de invitado, recalcó que la concentración de riqueza en unas pocas manos supone "un riesgo para la democracia".
"Ya es hora de que los superricos paguen los impuestos que les corresponden. Esta excesiva concentración de poder e ingresos representa un riesgo para la democracia", dijo Lula, según un comunicado difundido por la Presidencia brasileña.
Esta propuesta de imponer este impuesto global fue presentada por Brasil en el marco del G20, foro que este año preside el país suramericano.