Además, la presentación del proyecto se consumó en simultáneo a una audiencia pública con numerosas personalidades del Derecho que organizaron sectores de la oposición para debatir proyectos que iban en esta misma línea, para presionar al Poder Ejecutivo.
La iniciativa del Gobierno lleva la firma del presidente Javier Milei, del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y del ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, que fue quien verdaderamente se puso al hombro la tarea de desarrollar este proyecto de juicio en ausencia.
Este criterio de juzgamiento sin el imputado presente durante el juicio será válido para delitos de lesa humanidad, terrorismo y proliferación de armas de destrucción masiva.
El juicio en ausencia sólo procederá cuando se hubieran cumplido una serie de requisitos, como por ejemplo que el imputado declarado rebelde, “conociendo la existencia del proceso en su contra no se presentare, no respondiere, no acatare o eludiere los requerimientos de la autoridad judicial”.
También si “se hubieren hecho intentos razonables por tenerlo a derecho” durante cuatro meses “desde el dictado de una orden de captura nacional o internacional”, sin poder dar con su paradero.