El gobierno decretó este martes el secreto militar para la compra de armas y las obras de infraestructura para los hangares donde serán alojados los aviones 24 F-16 estadounidenses comprados a Dinamarca a finales del año pasado.
La decisión fue informada en el Boletín Oficial por medio del decreto 807/24 donde el ministro Luis Petri dictó el secreto militar sobre la “contratación y construcción de las Obras de Infraestructura y la importación del material relacionado con la incorporación del sistema de armas”.
Además, la medida autoriza al ministerio de Defensa por medio de la Secretaría de Estrategia y Asuntos Militares que «instrumente los actos conducentes para efectivizar la presente medida».
Este acto se suma a las restricciones al acceso a la información pública establecidas por el presidente Javier Milei el pasado 2 de septiembre.
El texto del decreto establece que los gastos «resultan imprescindibles para la adecuación de las instalaciones tales como pista, calle de rodaje, plataforma, hangares, depósitos de material sensible y centro de instrucción y la importación de material sensible, tales como partes integrantes de las aeronaves como motores, repuestos, armamento real y de entrenamiento».
La relevancia de este decreto radica en dos cuestiones: el movimiento simbólico de sostener en la confidencialidad la importación de aviones 24 F-16 que fueron comprados a Dinamarca, con beneplácito de Estados Unidos en claro gesto de alineación por parte del gobierno de La Libertad Avanza a la potencia del norte.