Con este dato, la inflación interanual se ubicó en 236,7%, consolidando así una tendencia de desaceleración.
El resultado de agosto es apenas superior al de julio, cuando el IPC mostró un aumento del 4%.
Sin embargo, pese a las expectativas iniciales de una desaceleración, los precios continúan mostrando resistencia a la baja, principalmente debido al comportamiento de ciertos sectores clave, como alimentos y bebidas.