El pasado martes, la Policía Federal (PF) realizó una operación para avanzar con la investigación sobre el intento de golpe de Estado que sucedió el 8 de enero de 2023, con el objetivo de impedir que el presidente Lula da Silva asumiera el cargo tras su victoria en las elecciones de 2022.
El plan, que incluía el asesinato del mandatario brasileño y del vicepresidente Alckmin, fue impreso en el Palacio de Planalto en noviembre de 2022, cuando ocupada la presidencia el ultraderechista Jair Bolsonaro.
La Policía Federal de Brasil (PF) presentó cargos contra el expresidente Bolsonaro este jueves, sindicándolo como presunto responsable del intento golpista.
La denuncia de la Policía Federal apunta a 37 personas, entre ellos varios militares de alto rango, por los delitos de "abolición violenta del Estado democrático de Derecho, golpe de Estado y asociación ilícita".
La lista fue publicada en la página oficial de la institución de brasilera y señala a Jair Messias Bolsonaro -presidente del país entre 2019 y 2022- como uno de los responsables, junto a funcionarios y militares de alto rango.
El plan preveía el envenenamiento, el uso de explosivos y armamento pesado para "neutralizar" a Lula da Silva, a Alckmin y al juez del Tribunal Supremo, Alexandre de Moraes. La investigación también indicó que se crearía un "gabinete de crisis" después de los asesinatos.