La semana que finaliza, podría ser calificada por los libertarios como histórica, frenética, exitosa en varios frentes, el simbólico que es uno de los que más les interesa y el económico, donde las variantes de la macro le sonríen cada vez más, con inflación a la baja (producto de inactividad econçomica autoinflingida), baja sostenida del riesgo país (propiciada por el pago de intereses de deuda) y dólar paralelo controlado, producto de la salida de 23 mil millones de verdes que estaban en el colchón y con el blanqueo salieron a la luz.
Varias cuestiones envalentonaron al Gobierno, el foribundo ataque para ganar la denominada "batalla cultural", que estalló en éxtasis con la condena a Cristina, y los saqueos a la simbología peronista, por otro lado, el retorno al mercado de capitales, nuevo endeudamiento de unos 3 mil millones de dólares, esta vez de la mano de los bancos y la frutilla del postre un paseo por una cumbre de la derecha estadounidense donde si bien el presidente se cruzó con Trump (o con su doble), fue bajado repentinamente por una moderadora que en no muy buenos términos puso fin a su discurso repetido en cada ámbito donde se lo deja hablar.
Con una falta de sentido común absoluta, Milei pensó que la gente allí reunida tenía ganas de escucharlo, y fue mucho más allá de la amable invitación de expresarse, comenzó con sus delirios místicos recurriendo a las fuerzas del cielo, denostando a un comunismo que ya no existe, casi un Don Quijote luchando contra los molinos de viento. Claramente, los millonarios norteamericanos no habían ido a escucharlo a él, les bastaba con un "hola" de Trump, pero en menos de '5 minutos de aburrida dialéctica libertaria comenzaron a abuchearlo y retirarse del recinto. En términos diplomáticos un verdadero papelón, sólo superado por su posterior bailecito en la cena, con menos cintura que que su anfitrión.
Para adentro todo el clan festejó a puro tuit y puño apretado que la Justicia, haya condenado por segunda vez a Cristina Kirchner, y le haya impuesto además la prohibición para ejercer cargos públicos. Olvidando por completo la división de poderes ponderada por Montesquieu y recogida por nuestro sistema constitucional, el mismísimo presidente festejó en sus redes sociales una sentencia en segunda instancia (que no es definitiva), porque aún resta que la Corte Suprema de Justicia analice la endeble demanda realizada por un tribunal parcial, de raigambre macrista, que gustaba disputar torneos en Olivos junto al ex presidente y cuyo trunvirato está manchado además por un integrante de la Cámara Federal de (el juez Hornos) que ejercía violencia de género contra su ex pareja y cuya acusación retrasaron adrede para que no estuviera manchado a la hora de emitir su fallo.
Pero el acto persecutorio no se quedó allí, como para cumplir por completo el atropello hacia la jefa de oposición, fueron por sus derechos previsionales como ex mandataria y además viuda de un ex mandatario, constituyéndose en un supuesto tribunal inquisidor, que determinó que la supuesta inconducta de la susodicha no era pasible de un beneficio del Estado, algo inédito, no legal y que por ejemplo no cumplen con otros beneficiarios como la viuda de un genocida o de ex presidentes radicales como Alfonsín, al que acusaron directamente de golpista, o De la Rúa que más allá de haber sido absuelto por la Justicia se fue dejando más de 20 muertos en la crisis del 2001. Tampoco nada se dijo de Isabel Perón, recientemente reivindicada por la vicepresidenta, Victoria Villarruel, y de quien Milei dijo era la creadora del "Rodrigazo" y la Triple A.
Pero no terminó allí la avanzada libertaria, tras sacarle el nombre de CCK al ahora Palacio Libertad Domingo Faustino Sarmiento, al gasoducto Néstor Kircher y mandar a quitar imágenes y busto del ex presidente y de Eva Perón, de organismos oficiales, ahora hasta se animan a planear o directamente demoler el exedificio de Desarrollo Social de CABA que tiene la gigantografía que refleja a la ex primera dama. Proscripción, destrucción de la simbología peronista, persecución política, a la banda tributo a la "Revolución Libertadora", solo le falta profanar o sustraer el cadáver de algún referente peronista. En el '55 se intentó asesinar a Perón arrojando bombas sobre la Casa Rosada, el año anterior, las dos balas destinadas a la cabeza de CFK no salieron, y solo hay presos un par de perejiles, del financiamiento del atentado y su ideólogo nada se dijo aún.
Mientras tanto, los jubilados siguen padeciendo hambre, deben elegir entre comer o comprar medicamentos, si no son ayudados por hijos o allegados no pueden satisfacer sus necesidades básicas. Las universidades fueron desfinanciadas por completo, los salarios docentes hacen que muchos profesores tengan otros trabajos o directamente se vayan del país para poder seguir ejerciendo la docencia. El CONICET agoniza, Ezeiza es testigo de la partida incesante de nuestros científicos. La obra pública es inexistente, incluso cuando las provincias reclaman, se les pretende transferir <sin fondos> la responsabilidad del mantenimiento, exigiendo además la renuncia de deudas previsionales con sentencias firmes de la CSJN, como en el caso santafesino.
A nivel legislativo, el Gobierno también tuvo por estos días una victoria trascendente, logró imponer una mayoría que le permitió impedir que se modificara la ley de DNU, mecanismo al que recurre permanente para sostener normativa que emite. El primer Milei, el que no transaba con la casta, el que llamaba ratas sin distinción alguna a los legisladores dio paso a uno que negocia con precisión quirúrgica y logra (billetera y látigo) mediante quebrar dóciles de todos los partidos. Selló una alianza inquebrantable con el PRO, fragmentó radicales, y hasta se dio el gusto de provocar fracturas en el bloque peronista, que preside Germán Martínez. El Parlamento terminó siendo el mejor aliado de Milei, tras la aprobación de la ley bases, que le permite hacer todo lo que le plazca, ya nada se interpone en su camino.
La calle también es libertaria, los grupos que salían a protestar por la política económica, la pérdida de fuentes laborales, de derechos, fueron corridos por un ejército de policías y otros uniformados que no dudaron un instante en golpear, gasear y lastimar a viejos, niños, y lo que se le ponga enfrente. Todos ellos envalentonados además por la ministra Bullrich, que alienta y justifica todo tipo de accionar violento y represivo desde épocas muy oscuras del país, aún más oscuras que las actuales. Mantener la ley y el orden pasaron nuevamente a ser premisas del Estado, más importantes que cualquier otra.
Hasta dónde podrá llegar la escalada de violencia propiciada desde el propio Estado es difícil de saber. Más allá del abucheo mediático, la cancelación y laceración de quien se opone al régimen en redes sociales, que sufrieron políticos opositores, artistas, músicos o cualquier otro actor de la sociedad civil que tenga ideas opuestas, los chicos van por más y ayer lanzaron un preocupante "brazo armado" libertario, autodefinido como "la guardia pretoriana" del presidente Javier Milei. El "Gordo Dan", Agustín Romo, y Agustín Laje entre otros, pusieron una decoración que emulaba la de Mussolini y bajo la dirección de Santiago Caputo prometieron fidelidad el líder.
Si bien la metodología libertaria se basa en la simulación, desde hacer aparecer al presidente flaco, alto, de rasgos angulosos, posar con dedos hacia arriba como si todo estuviera bien, incluso con un indisimulable doble de Donald Trump, que se parecía menos que el mandatario nacional al verdadero que ilustra la foto que acompaña la presente reflexión, se fingen amistades y enemistades, como con el líder chino, al que tras llamar comunista se abrazará en breve, a pesar de el acercamiento a Estados Unidos, bastará saber hasta dónde llega la banda de chicos que ayer bajo el lema de "Dios, Patria y Familia" lanzó una agrupación vaya uno a saber con que alcance. Los jóvenes de los '70, cuando decidieron constituir un brazo armado, terminaron bañando de sangre el país. Hasta ahora los púberes libertarios en la calle, se mostraron bastante reacios a la pelea, por el momento prefieren la comodidad de las redes, los despachos y sueldos oficiales, acomodar familia y amigos. No deberían olvidar cómo terminó Mussolini, dictador italiano, líder del Fascismo. El poder no dura para siempre, todo lo que sube alguna vez baja, sinó pregúntenle a una tal CFK.
