El local en Neuquén ya bajó sus persianas, mientras que otras oficinas cerrarán oficialmente el 31 de diciembre. Este cambio se enmarca en una estrategia de "optimización operativa para mejorar la rentabilidad" de la empresa estatal.
Según indicaron, el cierre de las oficinas no implicará despidos, sino que los empleados serán reubicados en otras áreas, principalmente en aeropuertos, donde podrán continuar sus funciones en el ámbito operativo.
El cierre de estas oficinas ocurre en un contexto en que el Gobierno evalúa alternativas para la línea de bandera, incluida su posible privatización. Según declaraciones recientes del presidente Javier Milei, Aerolíneas Argentinas enfrenta dos opciones: "o cierra o se privatiza".
Aunque el tema aún debe ser debatido en el Congreso, el Ejecutivo busca reducir el déficit operativo de la aerolínea como un paso previo para considerar su venta. El futuro de la compañía, incluyendo el rol de sus trabajadores y la prestación de servicios en regiones alejadas, se mantendrá en el centro del debate en los próximos meses.