Los estudios han detectado cipermetrina y butóxido de piperonilo, dos plaguicidas, en concentraciones que superan los límites recomendados para la fauna acuática.
Los análisis, realizados en colaboración con universidades y el Acuario del Río Paraná, sugieren que la causa de la mortandad podría estar relacionada con la contaminación por productos químicos.
A pesar de la no reiteración del fenómeno, que indica un posible carácter aislado del incidente, el gobierno provincial sigue investigando la fuente del vertido, apuntando a posibles descargas ilegales en la zona.
La comunidad local y las autoridades municipales están colaborando para identificar posibles vertidos clandestinos y evitar futuros incidentes. El ministro Enrique Estévez reiteró el compromiso de identificar a los responsables y aplicar las sanciones correspondientes.