Por la fecha 26 del torneo, el River Plate de Marcelo Gallardo goleó 4 a 0 al Rosario Central de Ariel Holan en el Estadio Monumental de Núñez. Los goles del encuentro fueron señalados por Solari, en el final del primer tiempo y Solari, Borja y Martínez en el complemento.
En la primera etapa, River fue muy superior a un Central anodino, timorato, que entró entregado a la cancha, a ceder campo, balón y protagonismo. La enorme tenencia a favor de los de Núñez se tradujo rápido en situaciones de gol incesantes frente al arco de un indefenso Broun. Amontonar defensores no implica defenderse mejor, Holan eligió esperar, y ante los de Gallardo, lo único que se puede aguardar es el momento de ir a buscar adentro, que llegó sobre el final de la etapa, en tiempo adicionado al reglamentario.
La línea de 5 no sirvió para contener a nadie, Raffin nunca encontró su marca, y lo superaron cuando se lo propusieron, sin ayuda del Gitano Martínez. Sin que Giaccone ni Duarte puedan pesar arriba, Ruben quedó demasiado aislado, frente a una defensa bien plantada, que salía con comodidad, que no recibía presión y se apoyaba en sus volantes. El doble 5 no paró a nadie, Ortíz e Ibarra veían pasar a los volantes sin poder detenerlos y así se hace complejo.
El único tanto llegó luego que el árbitro diera tres minutos de descuento, vaya a saber porqué. En poco manejo de los tiempos del partido, Central intentó ir en lugar de hacer correr el reloj y lo pagó demasiado caro. De contra, el equipo de Gallardo puso a Solari frente a Fatu y el delantero millonario la puso al palo derecho del arquero, que había salido a achicar sin poder hacerlo. River mereció más y se llevó el resultado a favor a los vestuarios. La diferencia en cancha fue de mucho más de un gol.
En la segunda etapa, los de Holan salieron algo más arriba, dejaron en el banco a Ruben, al que la edad parece haberle pasado factura y metieron a Copetti, que no conecta con sus compañeros, pero al menos presiona arriba. Duarte también dejó la cancha, y entró Solari, que no tiene la edad de Ruben, pero su ritmo se parece bastante al del delantero. Nada cambió sin embargo.
Los de Gallardo encontraron a un Central más abierto y lo aprovecharon con creces para golearlo. Borja, Solari y Martínez de penal pusieron el 4 a 0 lapidario, sin piedad, demostrando las verdaderas diferencias de jerarquía entre ambos planteles. Los de Gallardo se metieron en la próxima copa Libertadores. Los de Arroyito en un túnel largo, decadente y oscuro. Habrá que barajar y dar de nuevo, varios de los jugadores que hoy forman parte del plantel auriazul no merecen vestir estos colores, y a otros, la primera división les queda demasiado grande.