La canasta básica familiar continúa en ascenso. Según el Cesyac, en diciembre de 2024 registró un aumento del 1,06% respecto al mes anterior, alcanzando los $1.426.350. Los servicios básicos concentran la mayor parte del gasto, mientras que los productos de consumo masivo representan una porción menor.
A lo largo de 2024, el índice de la canasta básica experimentó un incremento acumulado del 114,5%, reflejando la creciente dificultad de las familias para cubrir sus necesidades básicas.
Ignacio Pandullo, del Cesyac, detalló que el incremento del 1,06% en la canasta básica se debió principalmente a aumentos en rubros como alimentos, con un alza del 3,35% en el precio de las carnes, y servicios de salud, con un incremento promedio del 4% en las cuotas de las prepagas y del 1% en el costo de los medicamentos.
Pandullo destacó que los servicios también experimentaron incrementos significativos, con un aumento del 20% en las tarifas de taxis y remises, y un 14% en las cuotas de los seguros de automóviles.
El relevamiento detalla que, dentro del rubro alimentos, las carnes registraron un aumento del 3,39% en diciembre, mientras que las bebidas experimentaron un alza más moderada del 0,56%.
Por otro lado, los productos de limpieza mostraron un incremento considerable del 8,38%.
Sin embargo, el estudio del Cesyac también reveló una caída significativa del 17,56% en los precios de frutas y verduras respecto al mes anterior.
A pesar de esta disminución, el costo total de la canasta básica se mantuvo elevado, alcanzando casi los $1.5 millones.
Según el relevamiento anual del Cesyac, durante la gestión de Javier Milei, la inflación alcanzó un nivel del 114,5%.
Esto significa que, en un solo año, el costo de la canasta básica aumentó en aproximadamente $700.000, un golpe significativo para el bolsillo de las familias rosarinas.
El referente de Cesyac señaló que el aumento de la canasta básica representó un gran desafío para la población, especialmente considerando la pérdida de poder adquisitivo de los salarios y jubilaciones, situación que se agravó durante el primer semestre del año.
Pandullo señaló que, si bien aún no se cuenta con los datos oficiales del IPC del Indec para diciembre, los relevamientos del Cesyac indican que existe una tendencia de que su canasta básica suele experimentar variaciones similares, aunque no idénticas, a las del índice oficial.
En ocasiones, la canasta del Cesyac anticipa las subas del IPC, mientras que en otras ocasiones las sigue de cerca.
Además explicó que las mediciones del Cesyac y del Indec no son directamente comparables, ya que el instituto oficial incluye en su canasta una variedad de bienes y servicios que el Cesyac no considera, como turismo, esparcimiento o vestimenta.
Estos rubros, que experimentaron aumentos significativos en 2024, no son objeto de estudio del Cesyac, que se centra en alimentos y servicios básicos para el hogar
Pandullo destacó que, con el paso del tiempo, el gobierno logró reducir la inflación mensual a un dígito.
Sin embargo, reconoció que el principal desafío actual radica en recuperar el poder adquisitivo de los salarios, que se ha visto erosionado por la alta inflación de los últimos meses.
«Muchas personas dicen «la inflación se ha desacelerado, pero a mí aún no me alcanza». Eso es lo que observamos al realizar el trabajo de campo.
Por lo tanto, el reto que enfrenta el Gobierno nacional en 2025 es lograr justamente eso: la recuperación de las jubilaciones, la mejora de los salarios, para que, más allá de la reducción en la velocidad de aumento de los precios, la gente tenga el poder adquisitivo necesario para acceder a los productos», explicó Pandullo, para ilustrar que «cuando las personas tienen suficiente dinero, consumen, y esto genera un círculo virtuoso en la economía micro, que es la que vivimos a diario».