El fuego avanza cada día más y consumió una superficie estimada de 2.176 hectáreas en seis días, según informó el Comité de Emergencia. Las condiciones meteorológicas, como el incremento del viento, complicaron las tareas de control y generaron cambios, lo que dificulta aún más las operaciones de los equipos de emergencia.
Debido a este hecho, según medios oriundos, mencionaron que el fuego se mantiene dentro de una zona intangible, sin afectar áreas pobladas ni sectores de uso público.
Por otro lado, se destacan las lloviznas que hubo en la zona durante esta semana aunque no fueron suficientes para socavar el foco ígneo.
Además, las operaciones con aviones hidrantes no pudieron llevarse a cabo debido a las condiciones desfavorables.
Sin embargo, los helicópteros han sido utilizados para transportar a los brigadistas hacia áreas específicas cuando las circunstancias lo han permitido.
Actualmente 72 combatientes pertenecientes a diversas entidades trabajan en la zona para controlar el episodio, entre ellas el Parque Nacional Nahuel Huapi, la Brigada Sur y Centro del Servicio Nacional de Manejo del Fuego y el Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (Splif).