El mercado apuesta a que la medida sea acompañada de la baja de la tasa. Mientras tanto, se conoció que la expectativa inflacionaria para todo 2025 es de 25,9%.
La desaceleración del crawling peg será un hecho consumado en tanto el índice de precios al consumidor (IPC) correspondiente a diciembre marque un 2,5% o menos.
Así lo aseguró el presidente Javier Milei hace dos semanas. En tal caso, el cambio en el movimiento del dólar podría verse tanto a fin de mes, como el próximo miércoles.
El mercado entiende que será al día siguiente que se conozca la inflación, día en que el Tesoro buscará renovar vencimientos por $1,7 billones.
En ese sentido, la consultora 1816 considera que cuando bajen el crawl también bajarán la tasa, aunque en una proporción “considerablemente menor” (en torno al 10% o 15%, es decir, entre 300 y 500 bps desde el 32% TNA actual).
La consultora IEB pone un manto de duda sobre las posibilidades de profundizar la dinámica cambiaria. Es que la inflación en la Ciudad de Buenos Aires, publicada antes que el IPC del INDEC, dio 3,3% y, haciendo el ejercicio de tomar las variaciones porcentuales del IPCBA y aplicarlas a los ponderadores del IPC, proyecta que la inflación a nivel nacional se aproxime más a la zona del 3%.
La variación de precios en CABA estuvo particularmente impulsada por los incrementos en los servicios (4,2%), dentro de los cuales se destacaron los aumentos en los seguros y servicios financieros (5,8%) y los servicios ligados a restaurantes y hoteles (5,2%). Por el lado de los bienes, el incremento fue inferior (1,9%).
“De confirmarse una variación del orden del 2,9% podría demorarse la reducción del “crawling”, dado que el Presidente ha declarado que en la medida que se confirmen tres lecturas de inflación (IPC) en torno al 2,5% el BCRA reduciría el ritmo del “crawling” del 2% al 1%”, advierte IEB.
Es cierto también que a partir de octubre la inflación perforó el piso del 3%, con una variación del 2,7% y en noviembre del 2,4%.
Por eso, la variación del mes pasado “podría afectar temporalmente la tendencia de desaceleración”, aunque es sabido que la inflación en diciembre es impulsada por un efecto estacional.
Tan o más trascendente que la proyección del IPC es el comportamiento de las expectativas de inflación, las cuales pueden seguirse mediante el REM (Relevamiento de Expectativas de Mercado), elaborado por el BCRA.
En su reciente publicación del 7 de enero, que corresponde a diciembre, la inflación esperada para ese mes es de 2,7%, porcentaje que dista tan solo de unas décimas de la estimación de IEB, y queda por encima del objetivo nacional.
En lo que respecta al año 2025, las expectativas del REM reflejan una evidente tendencia a la desaceleración de la inflación para los primeros meses del año, estimándola en 25,9%, sustancialmente por debajo a la registrada durante el año pasado.