En el marco de un ajuste generalizado, Javier Milei redujo notablemente las transferencias discrecionales del Estado nacional a los gobiernos provinciales y solo lo abrió en cuentagotas.
En 2024, los giros no automáticos en su conjunto cayeron un 75% a valores reales, o sea considerando la inflación, con relación al año anterior.
Mientras que el año que acaba de terminar, los giros no automáticos devengados ascendieron a $1,6 billones, en 2023 habían sido de $2 billones, según un informe elaborado por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), en base a los números oficiales del Ministerio de Economía.
Si se considera lo efectivamente pagado, esa cifra es aún ligeramente inferior, $1,4 billones, un 76% menos que en 2023, cuando las transferencias discrecionales a las provincias habían sido de $1,9 millones en términos reales.