El juez Juan Merchan otorgó a Trump una “absolución incondicional” este viernes, lo que significa que no enfrentará ninguna pena por sus delitos, incluidas restricciones de viaje que el estado de Nueva York podría haber impuesto con libertad condicional u otra sentencia.
Sin embargo, eso no significa que estará exento de las estrictas restricciones internacionales de viaje que otros países aplican a los condenados por delitos graves, incluyendo India, China, Canadá y el Reino Unido, todos los cuales tienen requisitos estrictos para los visitantes con antecedentes penales, si es que se les permite entrar.
Dieciséis países, incluido Estados Unidos, no permiten la entrada de extranjeros con condenas por delitos graves, y otros 22 tienen leyes que les permiten expulsar a cualquier visitante una vez que se descubra su historial, aunque no revisen activamente los antecedentes penales en los puntos de entrada, según World Population Review.
La sentencia de Trump significa que ahora puede apelar formalmente su condena e intentar que sea anulada, algo que ya ha dicho que planea hacer, y aunque no tenga éxito en su apelación, es posible que los líderes internacionales hagan excepciones para un presidente en funciones.