El presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, reclamó la pesificación del costo de la energía que consumen las fábricas nacionales, con el objetivo de evitar que la devaluación que generó la salida parcial del cepo cambiario impacte en los precios de las góndolas.
El pedido fue dirigido Gobierno, pero también incluyó al Congreso de la Nación, porque las Pymes buscarán que exista una legislación que proteja a la producción local ante los vaivenes de la cotización de la moneda estadounidense.
"Es urgente que el precio de la energía, que se produce en la Argentina y no es necesaria importarla a precio internacional, se pesifique. Hoy ese costo está dolarizado y genera una inestabilidad constante en las fábricas, ante los saltos cambiarios, lo que no permite una planificación de ningún negocio, y mucho menos de una inversión", afirmó Rosato.
El presidente de IPA sostuvo que "la industria está trabajando en el límite más bajo del punto de equilibrio, con una rentabilidad exigua, que no permite afrontar saltos significativos en los costos de producción, sin tener que trasladar a precios esos aumentos". Y aclaró que "el mercado interno está muy poco demandado para compensar con inflación la suba de las boletas de luz y gas que llegan a las industrias".
"Los nuevos contratos que llegan a las fábricas tienen saltos de precios muy grandes, que son imposibles de afrontar, porque a la presión impositiva que afrontar la industria, se le suman otros gastos fijos que no pueden ser absorbidos por el sector. Hasta ahora, se achicaron costos en todas las áreas, cuidando lo más posible al personal para evitar despidos, pero los proveedores ya no pueden achicarse más y la competitividad con la importación es imposible", sostuvo.
Rosato le pidió al Gobierno que "escuche el reclamo de las Pymes, porque de mantenerse este escenario, habrá una sangría de fábricas, que no podrán aguantar la asfixia que genera producir en la formalidad".
"No estamos pidiendo subsidios, ni alguna protección excesiva, sino simplemente que se pague un precio razonable para un insumo vital para producir que se genera en el país, que paga precios en pesos y que no debe estar atado a la crisis mundial, ni a las tormentas financieras locales".
"Vamos a llevar la propuesta al Congreso también, porque debería existir una legislación que le dé certidumbre a los costos de la producción nacional. Para abrir una fábrica es necesario saber que no te vas a fundir, por lo menos. Y los costos actuales son de quiebra. Por eso queremos que los diputados y senadores de la Nación estén involucrados en este debate, que trasciende a un gobierno, porque hay que definir qué tipo de país queremos, qué modelo de economía tomaremos y qué empleo, tanto en cantidad como en calidad, ofreceremos", resaltó.
El presidente de IPA calificó de "estratégica" la decisión sobre los costos energéticos: "Si tenemos un horizonte claro sobre nuestros recursos naturales y lo aplicamos en favor de la producción vamos a saber hacia dónde nos dirigimos en nuestro futuro como país. Ese debate incluye a funcionarios, legisladores, referentes políticos y sociales, y a todos los trabajadores".